Siempre debemos estar, como se dice, con mil ojos en nuestros hijos, sobre todo si son pequeños, pero más aún en el mar y en la piscina. Por desgracia, cada año se producen muchos ahogamientos, tanto de adultos como de niños -más de los que podamos imaginar en un principio-, y nadie está exento de sufrir un accidente de este tipo.
Para reducir al mínimo el riesgo de que tus hijos o sobrinos sufran cualquier tipo de accidente en la piscina, te recomendamos que sigas estos consejos para disfrutar con ellos de forma segura en la piscina:
1. Evita las distracciones que te impidan estar pendiente de tus hijos
Es importante tener vigilados en todo momento a tus hijos no sólo mientras están en el agua, sino también si son pequeños y están jugando cerca de la piscina. No todas las piscinas privadas tienen socorrista y, aunque lo tengan, puede que el socorrista se tenga que ausentar en algún momento, así que nunca está de más estar pendiente de los niños en la piscina. Para escribir whatsapps o correos electrónicos con tu teléfono móvil, espera mejor a que los niños estén a tu lado.
2. Asegúrate de que llevan (lleváis) protección solar suficiente… y de reponer la crema solar
Los peligros en la piscina o en la playa no se reducen únicamente al momento del baño, así que también debemos extremar la precaución fuera del agua. Por ejemplo, asegurándonos de que tanto los niños como nosotros llevamos la protección solar adecuada y de reponerla, como mucho, cada dos horas.
3. Que aprendan a nadar lo antes posible
Cuanto antes aprendan a nadar tus hijos, mucho mejor. Además de enseñarles a nadar cuando estén contigo o con vosotros en la piscina, es importante que (siempre que sea posible) reciban clases de natación unos meses antes del verano en una piscina climatizada y con monitores profesionales.
4. Ponerles un chaleco hinchable hasta que sepan nadar bien
Según los expertos, el mejor elemento de seguridad para los niños en la piscina y en el mar, hasta que sepan nadar, es el chaleco hinchable. Los flotadores de cintura no son tan seguros como el chaleco hinchable ni tampoco los manguitos, que además limitan el movimiento de los brazos. Eso sí, si tus hijos los usan, comprueba antes que están en perfecto estado y no tienen ningún pinchazo.
5. Entrar poco a poco en la piscina
Tampoco se trata de no dejar que tus hijos se tiren a bomba a la piscina, pero sí de que se diviertan con las mayores garantías de seguridad. La costumbre de los niños –y de muchos que ya no lo son- de tirarse al agua al llegar a la piscina no es buena porque la entrada en el agua debe ser gradual. Siempre hay que ducharse antes y después de bañarnos en la piscina y no sólo por higiene, que también es importante, sino también para que el cuerpo no acuse el cambio de temperatura.
6. No dejar que corran por el borde de la piscina
Si ya es difícil de por sí controlar a los niños en casa, sobre todo cuando son pequeños, más aún lo es en la piscina. Aunque muchas veces insistimos en que no corran por el borde de la piscina porque pueden resbalarse y caerse, los niños tienen propensión a seguir haciéndolo con el consiguiente riesgo de sufrir algún accidente. En este punto, además de insistir hasta conseguir que no lo hagan, deben ver que nos ponemos especialmente serios y entender que correr por el borde de la piscina es un peligroso.