Disfrutar del campo y del aire libre, respirar profundo y olvidarnos por unos días del estrés y las prisas. Un sueño que se puede hacer realidad cogiendo el coche y escapándote unos días a uno de los fantásticos destinos rurales que tenemos en España. De ello hablamos hace unas cuantas semanas y nos llegaron muchas sugerencias de los lectores y seguidores en redes sociales. Como no podemos incluir todos los rincones maravillosos que se citan en comentarios y mensajes, hemos preparando otro Top Ten de pueblos estupendos para ir de casa rural.
No están todos los que son pero son todos los que están. Toma nota de estas otras diez propuestas entre las que seguro encuentras ese rincón mágico donde desconectar de las preocupaciones y los quehaceres.
1. Piedralaves, Ávila
Rumbo al valle del Tiétar, al sur de la provincia de Ávila, para descubrir esta localidad que destaca por el precioso entorno natural que la abriga. En sus inmediaciones puedes visitar lugares de interés como la ermita de San roque, del siglo XIV, o su puente romano, junto a la ermita de la Concepción, que antes era la puerta de acceso a Piedralaves. Por estos lares el senderismo es una de las actividades más recomendables. La ruta por la garganta de Nuño Cojo muestra una amplia variedad de fauna y flora que deja sin palabras. Cerca está la charca de la Nieta, una piscina natural donde los vecinos de la zona y los visitantes se dan un buen baño cuando llega el verano y suben las temperaturas.
2. Albarracín, Teruel
De Ávila a Teruel para adentrarnos entre las murallas de Albarracín, otra de esas localidades que merece considerarse de las más hermosas de España. La ciudad está considerada Monumento Nacional desde hace medio siglo, con monumentos tan notables como su catedral, el Palacio Episcopal y la iglesia de Santa María. El castillo del Andador, la torre homónima y el alcázr son señas de identidad de este municipio en el que si las piedras hablaran tendrían mucho que contar…
En Albarracín hay varias escapadas a tiro de piedra que merece la pena incluir en tu ruta. Por un lado, el Abrigo del Prado del Navazo, que forma parte del conjunto de Arte Rupestre Mediterráneo de la Península Ibérica (Patrimonio Mundial de la Unesco) y la Reserva de Caza Montes Universales, con recorridos señalizados de senderismo y rutas de BTT. También se puede practicar barranquismo, escalada y tiro con arco, entre otras actividades.

3. Miranda del Castañar, Salamanca
En la Sierra de Francia, en territorio salmantino, se encuentra uno de los llamados ‘pueblos más bonito de España’, Miranda del Castañar. El calificativo es totalmente merecido. Tiene un aire medieval que enamora, con construcciones de mampostería y madera típicas de la comarca. A modo de anécdota señalar que tiene la que es la plaza de toros más antigua de España.
Miranda del Castañar conserva cuatro puertas que dan acceso a su zona histórica: la de San Ginés, la de la Villa, la de Nuestra Señora y la de Postigo. Visita su Castillo, pasea por la plaza de Armas, hazte un selfie con la Torre de las Campanas de fondo y descubre algunas de sus ermitas. Se conservan dos en buen estado, la del Humilladero y la de la Virgen de la Cuesta.
4. Mondoñedo, Lugo, Galicia
Galicia siempre regala planos espectaculares y en Mondoñedo vas a encontrar infinidad de sitios fotografiables. Esta sugerencia de los lectores es ideal para conocer uno de los municipios lucenses, perteneciente a la comarca de A Mariña. El paisaje es ya de por sí muy atractivo por la exuberancia de la naturaleza gallega. A esto hay que sumar el casco histórico de Mondoñedo, con su catedral del siglo XIII, el Santuario de los Remedios, restos arqueológicos de épocas prehistóricas y numerosas muestras de arquitectura civil que han hecho merecedora a la localidad de la distinción de Conjunto Histórico-Artístico.
100% recomendable aprovechar la visita para ver Ponte do Pasatempo, un puente medieval que cruza el río Masma y que regala uno de los momentazos de esta escapada, sin duda.

5. Santa Coloma de Farnes, Gerona
Sant Pere Cercada, Castanyet, Sant Miquel de Cladells, Vall y Vallors y Santa Coloma Residencial conforman Santa Coloma de Farners, en Gerona, entre la llanura de la Selva y las montañas de las Guilleries. El pueblo en sí es precioso, con la plaça Farners como corazón que marca el ritmo de la localidad, con viviendas y residenciales que reflejan el modernismo catalán y mucha actividad comercial.
La naturaleza que rodea la localidad es uno de sus grandes atractivos, con rías, fuentes y arboledas que llenan de vida el lugar. El parque de Sant Salvador es un imprescindible si pasas el fin de semana aquí. Y para relajarse y descansar está el centro termal Magma y el Balneario Termes Orion. Otro apunte, este para golosos: Santa Coloma de Farners cuenta con importantes factorías de dulces y las galletas que se elaboran aquí son famosas. Ya sabemos qué souvenirs traer de vuelta a casa…
6. Oseja de Sajambre, León
En el límite con el Principado de Asturias, al norte de la Cordillera Cantábrica, se encuentra Oseja de Sajambre, una localidad situada a 754 metros de altitud que es sinónimo de desconexión, con apenas 300 habitantes. Es aquí donde nace el río Sella, así que es de imaginar que el verdor está asegurado. No en vano se ha bautizado a esta comarca como la ‘Suiza cantábrica’.
Por sus calles y plazas parece que no pasa el tiempo y da igual que sea lunes que miércoles que fin de semana. Esto cada vez suena mejor, ¿verdad? Rutas senderistas y actividad al aire libre además de conocer, por qué no, su patrimonio arquitectónico, que haberlo hay. La iglesia de Santa María de Oseja, donde resalta su gran campanario, o casonas como la del Conde o la de los Piñón. Tiene hasta su propio museo Etnográfico.

7. Robledillo de Gata, Cáceres
En la provincia de Cáceres, justo en la frontera con Salamanca y junto a la comarca de las Hurdes está Robledillo de Gata. Merece la pena llegar hasta aquí, un municipio con una arquitectura popular muy rústica, de pizarra, barro, roble y madera de castaño, donde el contacto con la madre Tierra es absoluto. El casco histórico está lleno de encanto y en el discurrir por sus calles te encontrarás con construcciones tan significativas como el Molino del Medio, un molino de aceite que mantiene un muy buen estado de conservación. Otro punto de interés es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI.
En cuanto a sugerencias de excursiones por los alrededores, hay diversos senderos para descubrir la magia de este cachito de tierra extremeña. Relativamente cerca de aquí están otras localidades cacereñas que puedes recorrer durante el fin de semana, como es San Martín de Trevejo y Coria.
8. Cazorla, Jaén
Siempre que se piensa –y se habla– de Cazorla nos imaginamos la sierra en su magnitud pero… ¿Alguna vez has pensado cómo es Cazorla pueblo? Si la respuesta es no este es el momento de planificar un viaje para pasar unos días en un municipio lleno de encanto, tanto por el lugar natural en el que se encuentra como por la tranquilidad, el relax y la belleza de este sitio. Patrimonio para visitar no le falta, ¿eh? El castillo de la Yedra, el de las Cinco Esquinas, la fuente de las Cadenas, las ruinas de la iglesia de Santa María –sobrecoge ver el templo medio destruido–, la casa de las Cadenas, el ayuntamiento y el palacio de la Merced…
La localidad tiene una interesante oferta de ocio y cultura prácticamente todo el año. Un festival internacional de blues que es cada vez más conocido, otro de teatro, fiestas patronales, etc. Bueno, ¡y la gastronomía! No te puedes ir de aquí sin probar las llamadas gachamigas o la ajoarina.

9. Morella, Castellón
A unos 60 kilómetros de la costa, en la parte norte de la Comunidad Valenciana, se encuentra esta propuesta de turismo rural. Morella no solo tiene un casco antiguo que está considerado Conjunto Histórico-Artístico sino que además ha sido rehabilitado con tal maestría que luce sello de la UNESCO en el abrigo rupestre de Morella la Vella –cuevas prehistóricas de María la Vella. ¿Qué ver aquí? Infinidad de puntos de interés: desde su castillo y las murallas a la iglesia de Santa María la Mayor, el convento de Sant Francesc y la casa consistorial, uno de los ayuntamientos más bonitos de la Comunidad Valenciana.
No hay que perderse tampoco el acueducto de Santa Lucía, obra gótica del siglo XIV, y el paso del Camino del Cid. Aquí está el llamado ‘Anillo de Morella’, que pertenece a la ruta turística que sigue los pasos de este personaje histórico.
10. Bárcena Mayor, Los Tojos, Cantabria
Dicen que es uno de esos pueblos de postal, con calles empezardas, balconadas de madera, casonas típicamente montañesas, una gastronomía regional riquísima y al arrullo del río Argoza como uno de los pocos sonidos que pondrá banda sonora a esta escapada. Bárcena Mayor pertenece a Los Tojos, en Cantabria, y está dentro del Parque Natural del Saja-Besaya. El casco histórico, de un aire medieval que conserva su esencia original, está considerado Conjunto Histórico Artístico, con un templo, la iglesia de Santa María, que data del siglo XVII y conserva un retablo barroco del siglo XVIII que suele sorprender al visitante. Si optas por esta villa cantabra aprovecha para ver la cascada del Pozo del Amo y asomarte al Balcón de la Cardosa, un balcón natural que ofrece unas vistas panorámicas espectaculares.

Como puedes comprobar, son muchos los rincones por explorar por toda la geografía española. Cierto que hay muchos más, por supuesto, pero aquí hemos incluido una selección con las propuestas de los lectores y seguidores en redes sociales de Travel Club.
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