Hay que evitar ciertas malas costumbres para broncearte de manera saludable y segura (iStock).

5 cosas que estás haciendo mal cuando tomas el sol

El 13 de junio se celebró el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel. Cada año se diagnostican en España 3.200 casos de tumores cutáneos, una cifra que está aumentando un 10% anualmente. ¿Cómo frenar este incremento de esta grave enfermedad? ¿Existen formas de evitar el cáncer de piel sin que ello suponga dejar de exponernos al sol? La respuesta es clara, un ‘no’ rotundo. Se trata de incorporar ciertas rutinas saludables a nuestra vida y evitar algunas prácticas nada recomendables.

La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) ha lanzado su campaña #Euromelanoma2017, ‘Solo tienes una piel, protégela del daño solar’. Hemos leído detenidamente las recomendaciones de la AEDV y hemos detectado un mínimo de cinco cosas que –muy probablemente– estás haciendo mal cuanto tomas el sol y que debes dejar de hacer… ¡Ya!

1. Elegir la crema solar de manera aleatoria

No nos referimos a marcas sino al tipo de piel de cada persona. ¿Te reconoces entrando en una tienda o en la parafarmacia y comprando una loción protectora de un factor cualquiera, sin tener en cuenta si es esa la que necesitas? Es fundamental que conozcas cómo es tu cutis para, en base a ello, elegir el producto que te protegerá mejor de los rayos del sol. Tendemos a escoger aquellas con menor índice de protección solar pensando que nos broncearemos antes y eso es una auténtica locura, pues dejamos nuestro cuerpo completamente desnudo y desprovisto de defensas para plantar cara a las radiaciones.

Otro fallo que se comente en relación a la elección de estos preparados es llevarse una genérica para todo el cuerpo. Hay zonas especialmente sensible, como la cara y el escote, que pueden requerir de artículos más específicos, sobre todo en casos de pieles más delicadas.

Es importante proteger especialmente zonas sensibles del cuerpo, como la cara (iStock).
Es importante proteger especialmente zonas sensibles del cuerpo, como la cara (iStock).

 

2. Querer broncearse en un fin de semana

O incluso en un día, que es peor aún. Hay quienes en su primera jornada de playa o piscina pretenden tener ya un color moreno. ¿Qué se hace para ello? Desde utilizar bronceadores con apenas factor protector hasta pasarse horas y horas de manera ininterrumpida expuestos al sol, vuelta y vuelta. Primero boca arriba, luego boca abajo y vuelta a empezar. Hay que tomarse esto con calma si no queremos salir perjudicados solo por motivos estéticos. Paciencia, que además poco a poco se va cogiendo un tono más favorecedor y duradero.

Los profesionales recomiendan utilizar siempre cremas fotoprotectoras, tomar el sol de forma progresiva y tener especial precaución a mediodía. Entre las 11 de la mañana y las 16 horas el sol puede convertirse en especialmente dañino, así que en la parte central del día procura utilizar gorras, gafas de sol y estar bajo la sombrilla.

No quieras ponerte morena el primer día. Utiliza la sombrilla para las horas centrales del día (iStock).
No quieras ponerte morena el primer día. Utiliza la sombrilla para las horas centrales del día (iStock).

 

3. Los días nublados no ‘quema’ el sol

Es una falsa creencia. Cuando amanezca con nubes no caigas en el error de pensar que eso hará que no incidan las radiaciones solares. Estas solo frenan una pequeña parte de los rayos UVA por lo que has de utilizar igualmente tu loción con actor de protección para no llevarte una desagradable sorpresa cuando llegues a casa y te des una ducha.

Las mañanas que amanecen con nubes también hay que usar crema protectora (iStock).
Las mañanas que amanecen con nubes también hay que usar crema protectora (iStock).

 

4. Niños y ancianos con la misma crema que los adultos

Ambos son colectivos que hay que proteger especialmente en verano cuando se va a la playa o a la piscina. No pienses que el producto que usas para ti también es bueno para ello. Recurre a artículos específicos para los peques de la casa, con alto índice de protección, y para los ancianos recurre a cremas con un factor 50 al menos. Por supuesto, anímalos a usar gorro, sombrero, gafas de sol y lo mejor es que permanezcan bajo la sombrilla, sobre todo en las horas centrales de la jornada.

A los peques hay que protegerlos especialmente (iStock).
A los peques hay que protegerlos especialmente (iStock).

 

5. Aplicar crema al llegar y pensar que con eso sirve para todo el día

Llegas a la playa, te pones tu protector del sol y ya consideras que puedes disfrutar de todo el día de baños y cogiendo bronceado. Esta es otra de las equivocaciones que solemos cometer en verano, porque es importante renovar la loción solar cada dos o tres horas y siempre después de un baño. Vigila especialmente a los peques y los abuelos, como ya reseñábamos en el punto anterior, y tras ducharte en casa aplícate aftersun para calmar la piel y conseguir un moreno más bonito, saludable y duradero.

Tras un chapuzón debes renovar la crema. No creas que con una vez al día es suficiente (iStock).
Tras un chapuzón debes renovar la crema. No creas que con una vez al día es suficiente (iStock).

Si estás pensando adquirir, por fin, hábitos saludables cuando tomas el sol, lo mejor es que te dirijas a perfumerías o a parafarmacias para comprar cremas con protección solar y disfrutar así de unas vacaciones tranquilas y seguras, con un color de piel envidiable y sano. Te recordamos que entre las marcas colaboradoras de Travel Club vas a encontrar la parafarmacia FlexiFarma y PromoFarma.com, además de perfumerías y tiendas de productos de salud y belleza que te ofrecerán un amplio surtido de estos productos.

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