En ellas se cocina (o se preparan los alimentos que, posteriormente, van a ser cocinados), se apoyan cazuelas, sartenes y demás cacharros. Le caen migas, restos y acumula (con suma facilidad) grasa. Está en esa parte de la casa, la cocina, en la que la suciedad se multiplica y su visión hace que todo parezca poco limpio (por ser eufemísticos). Es, cómo no, la encimera. En este artículo queremos darte algunos consejos para limpiar la encimera de la cocina, y lo haremos dependiendo del material del que esté construida.
1. Mantenimiento
Pero antes un consejo válido para toda la cocina, de hecho, para toda la casa, si se hace un mantenimiento, no serán necesarias esas maratonianas limpiezas generales, al menos, no tan habitualmente. Cuando acabes de comer, recoges todo y dedicas a limpiar la cocina 10 minutos. Hazlo todos los días y olvídate de pegarte palizas.

2. Vaciar (y no solo de cacharros)
Es imposible limpiar la encimera de la cocina (y nada) si está llena de cosas. Así que, antes de ponerte a ello, recoge platos, sartenes, bandejas, todo lo que haya; incluso, aunque sea su sitio (por ejemplo, un frutero o la panera), muévelo para limpiar. Y si hay restos de migas o cualquier otro alimento, quítalo con un paño, una servilleta o tu mano directamente. A gusto del consumidor.

3. Encimera de mármol
En las encimeras de mármol, el mantenimiento se antoja aún más imprescindible, porque, de no hacerlo, la suciedad (merced a la porosidad del material) puede ser absorbido. Para su limpieza, bastará con agua y jabón.

4. Encimera de acero inoxidable
Son más típicas de las cocinas de los restaurantes, donde, seguro, hay gente que sabe perfectamente cómo limpiarlas. Agua con jabón y un paño serán suficientes. Olvídate (obviamente) de estropajos que puedan dañarla.

5. Encimeras de cuarzo
Al contrario que las de mármol, este material no es nada poroso (eso no quiere decir que no precise mantenimiento). Para limpiar la encimera de la cocina si es de cuarzo, bastará con agua y jabón, y, para sacarle brillo, una bayeta en la que, por ejemplo, puedes echar limpiacristales o, mejor aún, algún producto más específico.

6. Encimera de madera
Son de las que más bonitas quedan, pero también las más sensibles. Eso sí, con los avances cada vez están más preparadas para el calor y es más difícil que se deterioren. De nuevo, agua y jabón será suficiente. Hay que tener mucho cuidado para que no se quede agua encima estancada (siempre secar bien).

7. Encimera de granito
También es un material bastante poroso y, en este caso, poco sensible (todo lo contrario que la madera). Para las manchas más profundas, puedes usar un material específico o, si te apetece hacerlo a ti mismo, tienes la opción de mezclar bicarbonato y agua (o amoniaco y agua). Para la suciedad normal, agua, jabón y un paño de microfibra.
