La subida de las temperaturas puede provocar estragos en tu salud (iStock).

8 Consejos para que no te de un golpe de calor

El verano es una época en la que hay que cuidarse y no bajar la guardia con las altas temperaturas. En plena estación estival, a diario se advierte en los medios de comunicación del calor que está, el que viene y el que vendrá y de cómo la subida de grados en los termómetros pueden ser perjudiciales para nuestra salud.

Uno de los riesgos más evidentes son los golpes de calor y es por ello que te queremos dar una serie de consejos para que estas vacaciones las disfrutes al máximo. Toma nota y pon en marcha estas precauciones clave para evitar que te afecte a ti o a tus familiares más cercanos.

1. Evitar estar a pleno sol en las horas centrales del día

Nos referimos a la franja horaria que va de las 12 del mediodía a las 17 horas. Es ahí cuando debes ser más precavido. No te expongas de manera muy prolongada al sol, evita quedar dormido en la playa sin nada que te proteja y por supuesto siempre utiliza protección solar y no te olvides de la hidratación.

En verano hay que evitar practicar deporte o actividades físicas en las horas centrales del día (iStock).
En verano hay que evitar practicar deporte o actividades físicas en las horas centrales del día (iStock).

 

2. La hidratación es fundamental

En épocas de calor es importante mantenerse bien hidratado. Consume de manera frecuente líquidos, especialmente agua y bebidas isotónicas. Tanto si vas a pasar el día en la playa como si te encuentras en la oficina. Es fundamental tomar líquidos. Lo recomendable es ingerir entre litro y medio y dos litros de agua al día.

Tomar agua es fundamental para evitar golpes de calor (iStock).
Tomar agua es fundamental para evitar golpes de calor (iStock).

 

3. Nada de comidas pesadas

Las digestiones difíciles pueden ir a favor de los golpes de calor. En verano aprovecha para disfrutar de la cocina de temporada. Frutas, verduras, hortalizas, sopas frías… No lleves tu estómago al extremo porque te puede pasar factura si pasas mucho tiempo al aire libre y en las horas centrales del día, como decíamos en el punto 1.

Apuesta por almuerzo saludables y ligeros (iStock).
Apuesta por almuerzo saludables y ligeros (iStock).

 

4. Prendas ligeras y que transpiren

La ropa que te pones en verano no debe responder solo a las tendencias de moda, ¿eh? Elige prendas de colores claros, al menos durante el día, evitando tonos oscuros y especialmente el negro. Que sean de tejidos que dejen transpirar la piel, pues este es el principal mecanismo de refrigeración de nuestro organismo. La temporada estival invita a llevar trajes cortitos, vestidos o shorts, bermudas, camisetas y blusones. ¡Aprovecha la ocasión!

Prendas frescas y de tejidos suaves para dejar que la piel transpire (iStock).
Prendas frescas y de tejidos suaves para dejar que la piel transpire (iStock).

 

5. Sombreros y gafas de sol, un ‘must’ del momento

No solo presumirás de estilazo, pues son complementos ideales para esta época del año, sino que además son muy buenos aliados para evitar los golpes de calor e incluso te protege de las radiaciones solares y de posibles quemaduras por una exposición demasiado larga al sol.

Sombrero y gafas oscuras para protegernos del sol y del calor (iStock).
Sombrero y gafas oscuras para protegernos del sol y del calor (iStock).

 

6. El aire acondicionado cuando sea necesario

Hay muchos enemigos de estos equipos de acondicionamiento climático pero lo cierto es que son realmente útiles cuando sube el termómetro. Si estás en la calle y hace excesivo calor, tómate algo en un local pero dentro, con el aire acondicionado. En casa también debes utilizarlo cuando lo consideres necesario. Eso sí, cuando llegue la noche procura adaptar la temperatura al ambiente que haya en ese momento. No olvides además que durante el sueño el cuerpo se enfría, así que no son válidos los mismos grados que hayamos puesto durante la jornada.

Los aparatos de aire acondicionado son buenos aliados frente a la subida del termómetro (iStock).
Los aparatos de aire acondicionado son buenos aliados frente a la subida del termómetro (iStock).

 

7. Atención a las señales de alarma: ¿Me está dando un golpe de calor?

Los síntomas son claros y pueden manifestarse de manera independiente. Es decir, no tienen que darse todos a la vez para que pienses que te está pasando a ti. Muy atento si se te acelera el pulso o sientes dolores intensos de cabeza, si experimentas náuseas o vómitos, te mareas y pierdes la conciencia, cuando te den calambres musculares o fatiga intensa, así como ojo a la sequedad y a la piel que se enrojece. De considerar que te está dando una linotipia o algo similar, en Sanidad recomiendan llamar a los servicios de emergencia, al número 112. Mientras esperas debes enfriar el cuerpo con paños de agua fría o bien metiéndote en la ducha. Reseñan que otra opción es mantenerse relajado en una habitación oscura. Nada de perder la calma y a contactar con los profesionales sanitarios para que puedan atenderte a ti o a quien lo esté padeciendo.

Mucha atención a los síntomas del golpe de calor (iStock).
Mucha atención a los síntomas del golpe de calor (iStock).

 

8. Especial atención a niños y ancianos

Estos son la población de riesgo, los más vulnerables frente a la subida de los termómetros. Vigila especialmente donde se encuentran, que se hidraten convenientemente y alerta ante posibles señales de alarma como las que te especificábamos en el punto anterior.

Los peques y los ancianos son especialmente vulnerable al calor (iStock).
Los peques y los ancianos son especialmente vulnerable al calor (iStock).