Viajar fuera de nuestras fronteras durante las vacaciones siempre es una experiencia divertida y emocionante. Sin embargo, una mala planificación de nuestro equipaje puede hacer que la cosa se tuerza… A la hora de salir de casa es esencial llevar un pequeño botiquín de medicamentos básicos para situaciones de emergencia, sobre todo, si vas a moverte por un territorio desconocido o un país no perteneciente a la Unión Europea.
1. Analgésicos y antiiflamatorios como paracetamol e ibuprofeno
Aunque hoy en día muchos de nosotros abusamos del ibuprofeno, lo cierto es que durante un viaje puede salvarnos si sufrimos alguna lesión o dolor fuerte. Además, el paracetamol puede tratar una fiebre si no tienes acceso a un médico durante tu viaje
2. Antidiarréicos como la loperamida o el racecadotrilo
Si has viajado alguna vez a África, Asia o Latinoameríca, habrás escuchado la misma recomendación: no bebas agua del grifo. Y es que, aunque se trate de agua potable, nuestro organismo no está acostumbrado a algunos tipos de agua y no es extraño que nos siente mal.
Por este mismo motivo se desaconseja el consumo de hielo o de frutas lavadas con agua así como de otro alimentos crudos que no conozcamos. Si, a pesar de las precauciones, sufres diarrea durante tu viaje, el Fortasec (loperamida) o el Tiorfan (rececadotrilo) podrían convertirse en tu bote salvavidas.

3. Medicamentos contra los vómitos
También es recomendable llevar un antiemético, como la metoclopramida, para cortar los vómitos en una situación de emergencia. En general, no es nada recomendable recurrir a estos medicamentos ya que pueden encubrir una virus, sin embargo, si es solamente una intoxicación leve por agua o algún alimento, estos recursos te permitirán seguir con tu viaje.
4. Sobres con sales de rehidratación oral
Si a pesar de los antidiarréicos sientes que tu cuerpo pierde sales y te debilitas, estos sobre se convertirán en tu mejor amigo durante la estancia. Eso sí, asegúrate de mezclarlas con agua embotellada.
5.Cremas de protección solar
Incluso en los viajes invernales la crema solar puede venirte estupendamente. Nunca se sabe cuando vas a necesitarla y una exposición prolongada a los rayos del sol puede afectar a la salud de tu pies de por vida.
6. Repelente de mosquitos y otros insectos
La industria farmacéutica avanza a pasos agigantados en el sector de los repelentes para mosquitos. Existen pulseras, artilugios con sonidos de baja frecuencia, pegatinas, colgantes y, por supuesto, los míticos sprays de toda la vida como el Relec. Si viajar a algún país tropical o subtropical con alto riesgo de exposición a malaria y paludismo, utiliza siempre una mosquitera para dormir.

7. Antihistamínico
Aunque no sufras ninguna alegría conocida, es recomendable que viajes con algún tipo de antihistamísinico por si acaso. Aunque no es habitual, un picotazo de un insecto o un alimento extraño podría provocarte una reacción alérgica.
8. Material para curas básicas
Lo que nunca debe faltar en tu botiquín son un rollo de esparadrapo, un paquete de gasas estériles, unas tijeras (si facturas tu equipaje no tendrás problemas para llevarlas), pinzas y algún antiséptico como la tintura de yodo.
Y con este botiquín perfectamente preparado, podrás disfrutar de tu experiencia sin percances, ya decía mi abuela que ¡más vale prevenir que curar!