El aceite de coco tiene diferentes usos y aplicaciones relacionadas con la belleza, pero también con algo mucho más importante: la salud. Aunque no hay unanimidad de opiniones entre los expertos sobre sus ventajas e inconvenientes, los beneficios del aceite de coco ganan por mucho a las posibles desventajas. De hecho, estos son sólo algunos de los beneficios del aceite de coco:
1. Hidratar la piel
El aceite de coco tiene un efecto hidratante para la piel de la cara y del cuerpo, así que puede convertirse en un buen aliado para el cuidado y la hidratación de la piel, algo de lo que nos olvidamos con demasiada frecuencia.

2. Quemar grasa abdominal
Como ocurre con muchos otros productos, hay división de opiniones en cuanto a las propiedades del aceite de coco para adelgazar. Lo cierto es que no debemos llevarnos a engaño porque el aceite de coco no va a hacernos perder varias tallas así como así, pero sí puede acelerar nuestro metabolismo y ayudarnos a eliminar algo de grasa abdominal.

3. Exfoliante
El aceite de coco también puede utilizarse como exfoliante para eliminar las impurezas de la piel, además de para hidratarla. Incluso, también se usa en ocasiones como desmaquillante, tal y como hacen algunas actrices famosas de Hollywood.

4. Cuidar los labios resecos
Si sueles tener los labios resecos y con grietas, aplicar un poco de aceite de coco sobre ellos puede ayudarte a hidratarlos de forma natural.

5. Actuar contra las estrías
Otro de los beneficios del aceite de coco es el de combatir las estrías como consecuencia de su efecto hidratante y reafirmante de la piel.

6. Cuidado del cabello
Otras famosas (y no famosas) aplican aceite de coco en las puntas del cabello antes de lavarlo como método para su hidratación. Incluso, hay quien usa el aceite de coco como mascarilla para el pelo y deja que actúe mientras duerme.

7. Agente antibacteriano
El aceite de coco es rico en ácido láurico, un ácido graso con propiedades antibacterianas y antivíricas, así que su consumo (siempre con moderación) puede ser una buena forma de protegernos ante posibles infecciones virales o bacterianas.
