Bullying: qué hacer si tu hijo sufre acoso escolar

Uno de cada diez alumnos asegura haber sufrido acoso escolar o bullying en algún momento de su vida. Son datos de Save the Children que evidencian la gravedad de un problema al que hay que darle mayor visibilidad para evitar las terribles consecuencias que puede tener en las víctimas.

Insultos, difusión de rumores que dañan la imagen y autoestima de la persona a la que se agrede, robos, golpes, amenazas… El bullying es una realidad en los ámbitos educativos y en ocasiones cuando las señales de esa violencia salen a la luz llega a ser demasiado tarde. Es por ella que queremos destacar la importancia de estar muy atentos a nuestros niños para detectar cuándo están sufriendo acoso en la escuela y, llegados a ese punto, actuar.

Esto es lo que deberías hacer si descubres que tu hijo sufre bullying:

1. Comunicación para darle confianza y fuerza

Una vez seamos conscientes de lo que sucede es importante charlar con él/ella para hacerle entender que en ningún caso es culpable de lo que le está sucediendo. En la mayoría de las ocasiones los pequeños se sienten merecedores de esas señales de desprecio y de las acciones vejatorias a las que los someten y es por eso que no se atreven a denunciar. Se vuelven inseguros y se encierran en sí mismo. Deben entender que en estos casos ellos son víctimas pero que no están solos, que sus padres lo apoyarán en todo y van a ayudarle a salir de esa compleja situación. Es primordial que sepa que estáis ahí y transmitirles tranquilidad y seguridad para afrontar lo que pueda venir a continuación, cuando se denuncie.

Es importante transmitirle confianza para que cuente todo lo ocurrido (Shutterstock).
Es importante transmitirle confianza para que cuente todo lo ocurrido (Shutterstock).

 

2. Profundizar en lo que está sucediendo para conocer todos los detalles posibles

Es importante para que puedas actuar como progenitor en la escuela y delante de los padres del agresor/agresores. Deja que tu hij@ se desahogue y pueda explicar todo lo que ha ido sucediendo. Puede que le cueste al principio, es lógico, pues son experiencias muy traumáticas. Dale su tiempo, que entienda la importancia de contar lo ocurrido y que supere ese miedo a denunciar. Sabiendo siempre que estáis de su parte solo es cuestión de tener paciencia y poco a poco irán fluyendo los episodios que ha vivido. Permítele llorar, que se desahogue, pues así es como será más fácil que os transmita detalles de lo sucedido.

3. Reunirte con el profesor y la dirección del colegio

Lo mejor es ir primero a su tutor, al docente que se responsabiliza en primera instancia de la formación del niño. Ha de contarle lo que ha pasado, cómo has detectado el problema y saber cuál es su postura. Este es el primer filtro que hay que pasar pero lo normal es que se llegue a contactar con la jefatura de estudios y la dirección del centro para conocer su postura. El procedimiento lógico sería que estos inicien una investigación, observando a los menores acusados de bullying, al agredido y llegado el momento contactando con los padres o responsables de estos.

4. Encuentro con personal de la escuela y con los padres de los agresores

Este punto es muy importante y puede ser complejo si los progenitores de quienes están haciendo bullying no reconocen esa situación. Lo ideal es que les propongamos medidas pacíficas para poner fin a todo esto. Los padres y madres de quienes están actuando de forma violenta deberían tomar conciencia del problema y tratar con sus hijos para conocer el origen de todo eso y ayudarles a que dejen de lado esas conductas.

Tener buena predisposición para arreglar el problema (Shutterstock).
Tener buena predisposición para arreglar el problema (Shutterstock).

 

5. Colaborar en todo momento con la dirección para esclarecer el asunto

Es fundamental la predisposición por parte de ambas partes –agresor/es y agredido/a– para remediar lo ocurrido cuanto antes. Al final se trata de un problema compartido pues si complejo es que tu hijo esté sometido a malos tratos en clase por parte de sus compañeros no menos complicado es asumir que es tu pequeño el que está haciendo tanto daño a otra persona.

6. Ayudar a tu hijo a afrontar situaciones y momentos delicados que pueden sucederse una vez se inicien las investigaciones

Hay siempre que evitar que quiera vengarse o responder a esas agresiones. Lo mejor es que se mantenga alejado de los acosadores y que evite encontrarse a solas con ellos. Puede ser que estos tomen represalias al ser conscientes de la denuncia. El chico debería transmitir cuanto suceda a sus profesores o tutores y a los padres para que quede constancia de lo que está pasando.

7. Recurrir a un psicólogo si fuera necesario

Estas situaciones suelen tener consecuencias a corto, medio y largo plazo en las víctimas, que se vuelven más miedosas, inseguras e introvertidas. Para paliar los daños psicológicos que este acoso ha generado en el niño es interesante valorar recurrir a profesionales que ayudarán al pequeño a superar este trance.

Puede necesitarse de ayuda psicológica para que el menor supere el trauma (Shutterstock).
Puede necesitarse de ayuda psicológica para que el menor supere el trauma (Shutterstock).

 

8. Mantenerse positivos y con calma para tratar el tema

No hemos de transmitir estrés, tristeza, crispación o nerviosismo. Que nuestros hijos nos vean decididos a solucionar el problema y calmados, sin malas palabras para los agresores y sus familias y siempre con mente positiva y una sonrisa para plantar cara a estos problemas.

9. Aceptar el perdón cuando este llegue

Lo ideal sería que todo el conflicto termine con unas disculpas y un sincero ‘lo siento’ por parte de quien ha infligido el daño. Hay que aprovechar para enseñar a los jóvenes que es fundamental pedir perdón por los errores, que todo el mundo se equivoca, y aceptar ese arrepentimiento cuando llega.

Hay que enseñar a perdonar también el bullying (Pixabay).
Hay que enseñar a perdonar (Pixabay).

Recuerda que a partir del 1 de noviembre de 2016 se pone en marcha el teléfono de ayuda contra el acoso escolar: 900 018 018. Este teléfono será atendido las 24h del día por sociólogos, psicólogos, juristas y trabajadores sociales.