Si no tienes del todo claro cómo hacer una pizza casera (con tu propia masa), te recomendamos que tengas a mano este artículo mientras la elaboras. ¡Verás cómo es más fácil de lo que parece!
Lo primero, por supuesto, es contar con los ingredientes necesarios tanto para preparar la masa como para la cobertura que deseamos para nuestra pizza. Para la masa necesitarás harina de trigo, agua, levadura (aunque también se puede hacer la masa sin ella), aceite y un poco de sal.

Los ingredientes para completar tu pizza pueden ser tan variados como desees en función de tus gustos y los de tu familia, así que solo se trata de elegir qué va a llevar tu pizza. En cualquier caso, el tomate, el queso (o los quesos) y el orégano son algunos de los elementos que normalmente deberíamos tener a nuestro alcance en la cocina. A partir de ahí las opciones se multiplican: champiñón, pimiento rojo o verde, cebolla, pollo, ternera, piña, berenjena, ahumados, pera…
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Con las manos en la masa
¿Ya tienes tus ingredientes? ¡Perfecto! Es hora de lavarnos bien las manos y ponernos manos a la obra. Echa unos 200 ml. de agua templada en un bol y añade dos cucharadas de aceite y unos 20 gramos de levadura. Mezcla bien y a continuación añade 400 gramos de harina de trigo y un pellizco de sal. Cuando tengas todo bien removido, espolvorea un poco de harina en la encimera para empezar a amasar.

Amasa durante unos minutos hasta que la masa quede como una bola. Después déjala reposar por espacio de una hora, aproximadamente. Si quieres acelerar el proceso de fermentación, puedes dejar el recipiente con la masa sobre una fuente de calor suave, como un radiador que no esté muy caliente.
Después estira la masa (mejor con los talones de las manos que con un rodillo) y coloca papel de hornear en una bandeja de horno para terminar de estirar la masa y empezar a colocar los ingredientes.
Los ingredientes y el horneado
Para la base lo mejor es utilizar una salsa casera de tomate. Si no hay tiempo (o ganas), usa una salsa de tomate que tengas en casa, aunque el resultado no será el mismo. Añade los ingredientes que desees -preferiblemente no más de dos o tres- y el queso antes de meter la pizza en el horno, salvo algunas excepciones de productos que se colocan después, como las anchoas o la albahaca, por ejemplo.

Lo mejor es que previamente hayas precalentado el horno a unos 250 grados al menos durante 20 minutos. Mete la pizza con cuidado cuando el horno esté a punto. A partir de aquí el tiempo adecuado de horneado es variable. No te confíes y ve vigilando el horno porque tu pizza podría estar lista antes de lo que crees. Lo más probable es que ese tiempo oscile entre 10 y 20 minutos.
Cómo hacer pizza casera con Thermomix
¿Tienes Thermomix? Si es así lo tienes aún más fácil para elaborar la masa. Puedes aprovechar para precalentar el horno a 250 grados; poner el aceite, el agua y la levadura en el vaso; y programar primero 1 minuto a temperatura 37ºC y velocidad 1 y después programar 5 segundos a velocidad 4.
A continuación añade la harina y la sal y programa 10 segundos a velocidad 4. Después, con el vaso cerrado, programa 30 segundos a velocidad espiga y retira la masa del vaso. A partir de ahí solo debes seguir los pasos que te hemos explicado antes. Como ya sabes cómo hacer una pizza casera, ya no tendrás excusa para no prepararla…