¿Eres adicto al “almuerzo” inglés por excelencia? O por el contrario, ¿aún no sabes de lo que te hablamos? Sea como fuere, esto te va a interesar. Hoy te contamos cómo hacer tu propio brunch en casa. ¡Estará para chuparte los dedos!
¿Qué es el brunch?
Antes que nada, para aquellos que aún no han probado uno o no saben de lo que estamos hablando, vamos a contextualizarlo.
Ubicamos a nuestro protagonista en Inglaterra a finales del siglo XIX. Este desayuno-almuerzo surgió como algo meramente accidental pero acabó denominándose como lo conocemos hoy en día.
¿Por qué? La razón se debe a que los empleados de las casas de élite preparaban grandes banquetes de comida. Estos contaban con una gran variedad de menús para que comieran sus patrones los domingos pues eran su día de descanso.
Dicho esto, vamos a empezar a explicar cómo hacer tu propio brunch en casa.
Empezamos con la bebida
Si algo caracteriza al brunch del resto de comidas es mezclar dulce con salado. Por lo que una de las bebidas esenciales en nuestro brunch es el smoothie (o batido de fruta).

A pesar de haber tantas variedades como quieras, hemos elegido uno de los clásicos con el fin también de que sí o sí lo puedas hacer en casa y no sea complicado.
Hablamos del smoothie de plátano y fresa. Tan sencillo como añadir al vaso de la batidora:
- 6-8 fresas.
- 1 plátano pelado.
- 1 yogur natural (no azucarado).
- 1/3 vaso de leche desnatada (opcional).
Mezclamos y si ha quedado demasiado denso, podemos añadir otro tercio de leche desnatada.
Al comer este tipo de menú entre la mañana y el mediodía, no debe faltar nuestro café. El tipo que sea, tu favorito: tú eliges.
Principales para todos los gustos
Distánciandonos del clásico desayuno americano, os proponemos una alternativa más saludable: ¿qué nos decís de un gofre con huevo (a la plancha o revuelto) y aguacate?
Si no contáis con gofrera o no os convence mucho esta alternativa siempre podréis sustituir el gofre por la tortita o el aguacate por otro alimento como los tomates cherry.

Si prefieres otro tipo de principal, también puedes elegir para tu brunch un bowl de açai. Teniendo la base, podrás añadirle cualquier fruta, semillas y frutos secos. Te proponemos esta receta:
- 2-3 g (1 cucharadita) de açai en polvo o 100 g de açai congelado.
- Medio plátano congelado (maduro).
- 10 arándanos congelados u otros frutos rojos.
- 30 ml de leche de almendras u otra leche vegetal.
- Medio plátano y arándanos frescos.
- Semillas de sésamo y calabaza (o las que prefieras).
- Nueces, almedras u otro fruto seco.
Un buen dulce para terminar
Y como hemos comentado antes, qué sería un brunch sin su contraste entre dulce y salado.
Para terminar le podemos añadir tu dulce favorito. Por ejemplo un donut, tarta de zanahoria o de red velvet o croissant a la plancha. ¿Con cuál te quedas?
¿Qué te ha parecido? Prueba a hacer esta receta y sorprende a tus invitados. ¡Les encantará!