Los niños hacen muchas preguntas a sus padres, pero hay dos (en realidad, una expresada de dos formas distintas) que ponen especialmente a prueba la paciencia de los padres: “¿cuánto falta?”y “¿cuándo llegamos?”.
Lo malo no son las preguntas en sí mismas, sino la insistencia de los niños al repetirlas cuando viajamos en coche. Si además el viaje en carretera es largo y esas preguntas las hacen al poco de salir, más de un padre y más de una madre preferirían tener que responder a otras preguntas más comprometedoras de sus hijos…
Para que viajar en coche con los niños sea más llevadero para ellos (y para vosotros), os recomendamos que pongáis en práctica estos consejos:
1. Que duerman
Dependiendo de la edad de vuestros hijos y de la distancia que tengamos que recorrer en coche, los niños deberán dormir más o menos tiempo. Tampoco se trata de que vayan todo el camino durmiendo, pero sí es bueno que descansen durante el viaje para que no se les haga tan pesado.

2. Parar cada dos horas (como mucho)
Más que una recomendación, hacer una parada cada dos horas de viaje en carretera es una obligación que todos deberíamos cumplir. Incluso aunque los niños vayan dormidos atrás y tengamos la tentación de no parar hasta que se despierten. Haciendo una parada, aunque sea breve, cada dos horas de viaje hará que los niños vayan más descansados y, sobre todo, que quien conduce esté más atento y menos fatigado.

3. DVD portátil
El DVD portátil es uno de los inventos que más agradecen los padres, sobre todo cuando se trata de hacer un desplazamiento más o menos largo en carretera. Durante el tiempo que dure la película o la serie infantil que estén viendo, os parecerá que viajáis sin niños.

4. Videojuegos
Otra forma de entretenimiento para tus hijos cuando viajáis en coche, y siempre que tengan la edad adecuada, es jugar a algún videojuego, ya sea con una consola portátil o con el teléfono móvil. Eso sí, sólo durante un corto período de tiempo, no durante todo el viaje…

5. Juegos de toda la vida
La tecnología está muy bien pero no tenemos por qué olvidarnos de las formas de entretenimiento clásicas que nuestros padres utilizaban con nosotros cuando éramos pequeños y viajábamos en coche. Y no nos referimos a las cintas con chistes de Arévalo, sino al clásico “Veo veo”. Y si no, si son pequeños, siempre nos queda el recurso de los CantaJuegos…
