¿Quién no se ha entristecido al ver lo estropeado que estaba su suéter favorito? ¿Y en cuántas ocasiones no os habéis preguntado cómo puede ser que una prenda que apenas os la habéis puesto dos o tres veces está ya para jubilarla? En la mayoría de los casos el ‘envejecimiento’ prematuro de la ropa se debe a que no sabemos cuidarla adecuadamente, la lavamos con productos pésimos, la guardamos de mala manera…
En este post queremos daros cinco consejos sobre el cuidado de la ropa que os van a ayudar a alargar la vida de tu vestidor. Son trucos sencillos pero muy eficaces, así que toma nota y empieza a mimar tu armario.
1. Leer las etiquetas de los artículos
La mayoría de las veces nada más adquirir una prenda le cortamos esa especie de libro en el que se han convertido las etiquetas de los textiles. En estos aparece tanto la composición, importante para saber cómo tratarlos, como indicaciones en relación a su limpieza y cuidado. Si podemos mojarlas, cómo plancharlas, etc. Son indicaciones fundamentales para el cuidado de la ropa que debemos leer y seguirlas al pie de la letra. Invierte unos minutos de tu tiempo y ese jersey tan bonito que acabas de comprar te lo agradecerá.

2. Separar las prendas al meterlas en la lavadora.
Las piezas blancas por un lado, las oscuras por otro y después las de color. Aunque tardes algo más en completar el tambor del electrodoméstico no te precipites y llenes la lavadora de un batiburrillo de artículos cada uno de un tono y de una forma. Sepáralas por tonos y comprobarás que se conservan mucho mejor y además evitaremos que alguna prenda destiña y manche el resto. Otro consejo relacionado con este punto es el darle la vuelta a aquellas camisetas o modelos que llevan estimaciones. Esto protege el dibujo y las imprimaciones de un desgaste prematuro.

3. Elegir bien los productos para lavar
No nos referimos a comprar primeras marcas, ¿eh? Pero sí a elegir qué detergente y suavizante conviene más. Los hay para cuidado de la ropa delicada, están los especiales para la blanca, los de color, etc. Es importante tenerlo en cuenta, tener al menos una loción para aquellos artículos que requieren tratamientos más específicos o los blanqueadores.
4. Limpiar las manchas al momento
Si nos cae una taza de café en la chaqueta o nos manchamos mientras estamos cocinando no dejemos para más tarde el quitar esa mancha. Es fundamental intentar quitarlas al momento antes de que se incrusten en los tejidos. Es recomendable tener en casa un producto específico para limpiar la ropa.

5. Colgar y guardar bien las prendas
Una vez hemos lavado pantalones, vestidos y/o camisas, es recomendable plancharlos siguiendo las indicaciones de las etiquetas –¡mucho cuidado con la temperatura!– y después meterlos en el armario con cuidado. Es recomendable abrochar los botones y subir la cremallera antes de colgar las blusas o los trajes, estirar las mangas, dejar vacíos los bolsillos… Así evitas que se deformen o se arrugan de más.
6. Mantener limpio el vestidor, cajones, estantes y colgadores
Es fundamental para que los olores a ‘cerrado’ y ‘guardado’ no impregnen la ropa. Aprovecha cuando necesites hacer un cambio de armario para darle con una mopa y también puedes colgar dentro de los armarios, cajoneras y cómodas ambientadores específicos para las prendas de vestir.
7. Lavar, planchar y guardar las prendas de la temporada que termina
Cuando hagamos el cambio de armario es importante que nos preocupemos por dejar todo limpio y perfecto antes de almacenarlo para el año próximo. Esto es importante para que no desprendan malos olores o se estropee antes de tiempo… y sin remedio en muchos casos. Podemos utilizar fundas y besas herméticas que van a proteger las prendas del roce y el polvo.
Como podéis comprobar, el cuidado de la ropa requiere de dedicarle un poco de tiempo pero al final os alegraréis de ver cómo lucen mejor vuestras prendas y se conservan durante más tiempo.