El País Vasco entra por los ojos por la singular belleza de sus paisajes, el atractivo de sus ciudades y el encanto de sus pueblos, pero a nadie se le escapa que el País Vasco también es un regalo para otro sentido: el del gusto.
País Vasco y gastronomía forman un maridaje perfecto que merece la pena disfrutar siempre que tengamos ocasión. Un maridaje que va más allá de la elección del vino idóneo que acompañe a cada plato y que incluso encontramos en la propia elaboración de un plato típico de la cocina vasca como es el chicharro al chacolí (txitxarro al txakoli).

El chicharro (o jurel) es un pescado azul rico en ácido grasos Omega-3 que puede prepararse de muchas formas distintas. Podemos comerlo asado, a la plancha, a la brasa o frito y, como hay una amplia variedad de recetas para prepararlo, las posibilidades se multiplican. Una de ellas es el chicharro al chacolí, el vino blanco típico del País Vasco.
Para su preparación se suelen utilizar, además de los dos elementos que dan nombre a este delicioso plato, ingredientes como el tomate, cebolla (cebolleta), patatas, zanahoria, puerro, ajo, tomillo, la pimienta, aceite de oliva, vinagre, harina, agua, sal, laurel, romero y, si se quiere, guindilla. Aunque, como todo plato, cada maestrillo tiene su librillo y sigue su propia receta cuyos ingredientes no tienen por qué coincidir completamente con estos.
Para saber cuál es el mejor chicharro al chacolí del País Vasco no sólo tendríamos que recorrer todos los restaurantes que lo incluyen en su carta, sino también probar el chicharro al chacolí que se prepara también (y tan bien) en los hogares. Como presentarse en las casas pidiendo que nos preparen un chicharro al chacolí sería un asunto tan espinoso como el propio chicharro, nos detendremos en un restaurante del País Vasco donde puedes degustar un buen txitxarro al txakoli: el de los pintxos del restaurante RK de San Sebastián, en la Plaza de José María Sert, 2.
El txitxarro es una opción más económica que otros pescados que puedes degustar en el País Vasco, como el exquisito besugo de Orio. Si tienes la oportunidad y te lo puedes permitir -el precio es elevado-, no dejes de probar el besugo a la parrilla de Xixario.