Espécimen malasañero (Diego López, Foter)

Guía de personas que te puedes encontrar en Malasaña

No se apuren, esto no pretende ser un tratado de antropología callejera en formato condensado, tan sólo un somero y disfrutón recorrido por la cosificación malasañera ahora que al parecer las tribus sociales son cosa del pasado. Porque la tentación por el etiquetado es demasiado fuerte y el magnetismo que todavía el barrio de la nostálgica movida ejerce sobre las conciencias –y estéticas- nos lleva a poner a cada vecino clónico contra la pared. La gentrificación nos ha doblegado y he aquí parte del resultado.

1. Hipsters de libro

O queremos decir simplemente barbudos, barbudos de barbería a 30 euros el acicale. Pero ellas también son hipsters y en principio sus rostros no sombrean, con lo que las identificamos porque pasean –rara vez la montan- una bici fixie y suelen llevar una cámara réflex colgada al cuello. Heroicos artífices del proceso gentrificador, beben únicamente zumos orgánicos o cerveza artesanal.

Modelo marinero (lagunaguiance, iStock)
Modelo marinero (lagunaguiance, iStock)

2. Viejos rockeros

Vale, quedan pocos. Vale, es difícil que te los encuentres en Malasaña. Vale, no existen. Ni en La Vía Láctea. Ya cayeron. Los supervivientes se mudaron. Aunque, ¿por viejo cuenta tener 40 años?

Old rock (ANGELOUX, Foter)
Old rock (ANGELOUX, Foter)

3. Pijos bohemios

Acuden al calor de la hipsterización del barrio y del mundo. Quieren saber qué es, vivir la experiencia para contársela a sus amigos pijos menos audaces. No son “genoveses” de pelo-filete aunque en realidad sí lucen pelo-filete. Una vez se acomodan, suelen desenvolverse en centros de coworking.

Personal multiétnico trabajando (monkeybusinessimages, iStock)
Personal multiétnico trabajando (monkeybusinessimages, iStock)

4. Estudiantes universitarios

Los estudiantes que viven en Malasaña no hacen botellón en su propio barrio. Tienen un estudio monísimo en la calle Pez que pagan sus papás y, aunque tal vez hayan llegado tarde al barrio para saber lo que aquí vale un peine dan mucha envidia a sus compis y son muy felices. Tal vez precisamente por eso.

Vista posterior de estudiante (DeanDrobot, iStock)
Vista posterior de estudiante (DeanDrobot, iStock)

5. Modernos

Así, en general. En sentido amplio. A granel. Reniegan de los hipsters porque ellos son aves libérrimas que vuelan sin etiquetas. Son excéntricos, visten a la última porque se ponen lo que nadie se pondría aunque cobrara por foto de Intagram, y suelen parar por las tascas más viejunas del barrio. Cuidado, puede que en breve oigas desde la ventana de tu casa, en tu barrio de hacendado, el siguiente alarido: ¡Que vienen los modernos! Será la señal para huir.

Modernos (micadew, Foter)
Modernos (micadew, Foter)

6. Padres primerizos

No pudieron cumplir su sueño de vivir en Malasaña cuando eran solteros. Por lo que sea. Así que ahora se lían la manta a la cabeza y se ajustan la mochila marsupial para ejercer de papis modernos mientras compran el pan, rebuscan entre libros de segunda mano o toman el vermú. No diremos que el churumbel es un complemento más porque sería algo muy cruel.

Urban life 2.0 (Ian D. Keating, iStock)
Urban life 2.0 (Ian D. Keating, iStock)

7. Curiosos, despistados, vendedores de cerveza y jovencitos de botellón

Categoría cajón de sastre. Los hay que se internan en Malasaña como en un safari. Los hay que desparraman en sus botellones nocturnos para luego escapar dejando tras de sí un reguero delator. Los hay que venden cerveza en cada esquina. Todo se retroalimenta.

Malasaña (Daquella manera, Foter)
Malasaña (Daquella manera, Foter)

8. Creativos y diseñadores

Vivimos en una especie de dictadura de la creatividad. Si no eres creativo, no entras en el paraíso. Pero más allá de la imposición del sistema, ellos, los creativos de Malasaña, lo llevan muy dentro y lo mismo decoran una boutique que abren un espacio multifuncional donde venden gafas de madera y falsas cornamentas, se bebe té y se milita muy fuerte en el movimiento vegano.

Hipster (Joel Bedford, Foter)
Hipster (Joel Bedford, Foter)

9. Djs

Están por todas partes. Suelen reconocerse por sus tatuajes –tampoco es un gran dato- y porque adosan a sus orejas unos cascos de colores y siempre extragrandes. Pregunta. Si no, serán creativos, modernos, hípsters, o todo a la vez.

Con auriculares (nicomenijes, iStock)
Con auriculares (nicomenijes, iStock)

10. Famosetes

Haberlos haylos. Malasaña es carne de celebrity, aunque sea de paso. Los ínclitos Alaska y Mario, ente en sí mismo, actrices como Adriana Ugarte, Sara Carbonero y amigas y hasta, ejem, la reina de España. Pero para muchos, la verdadera reina de Malasaña es, ni más ni menos, que Esperanza Aguirre.

Sara Carbonero en la puerta de Tipos Infames (Sara Carbonero, Revista Elle)
Sara Carbonero en la puerta de Tipos Infames (Sara Carbonero, Revista Elle)