Solo, con amigos, en familia o con tu pareja. Sea de la forma que sea, el ocaso del sol es uno de los espectáculos visuales más espectaculares que podemos presenciar. Miles de destinos a lo largo y ancho del planeta presumen de contar con los mejores enclaves para disfrutar de la puesta del sol. Sin tiempo para comprobarlos todos, te recomendamos siete que deberían de estar en cualquier lista de ‘imprescindibles’.
1. Monte Fuji (Japón)
Sus más de 3.700 metros de altura lo convierten en el pico más alto de Japón y uno de los más emblemáticos del mundo. Aunque te habrás cansado de verlo en postales porque se trata de un símbolo nacional del país, quizá no sabías que desde allí se puede contemplar una de las puestas de sol más espectaculares del planeta. Eso sí, tendrás que hacerlo con abrigo porque la temperatura media en su cumbre no supera los 5 grados en verano. ¡Ni hablemos del invierno (aunque solo es posible visitarlo en temporada estival)! Si una vez allí no te animas a la subida, no pasa nada, existen muchos planes igual de atractivos en su base, la conocida como Región de los Cinco Lagos.
2. Parque Nacional de Masai Mara (Kenia)
Si eres un apasionado de la naturaleza, este es tu destino. Y si además tienes la oportunidad de presenciar una puesta de sol como pocas veces habrás visto, experiencia doble. En los 320 kilómetros cuadrados de extensión que tiene el Parque Nacional de Masai Mara serás testigo –si acudes en verano- de manadas de animales migrando hacia tierra más fértiles. Un espectáculo visual que completarás con la visita a pequeñas poblaciones donde conocerás de primera mano los usos y costumbres masai.
3. Desierto del Thar (Rajastán)
No es de los lugares más accesibles ni de turismo de masas del planeta –ubicado en la frontera entre India y Paquistán- pero sí que puede presumir de una puesta de sol que quedará grabada para siempre en tus recuerdos. El entorno ofrece todos los alicientes necesarios para contribuir a ello: un paseo a través de las dunas del desierto de Thar, hacer este a lomos de un camello para, posteriormente, esperar en una tienda de campaña –en mitad de la nada- el momento de presenciar ese auténtico espectáculo visual del atardecer.
4. Gran Cañón (Estados Unidos)
La visita al Gran Cañón del Colorado tiene tantos matices que sería misión imposible recomendar un único lugar desde donde contemplar su atardecer. Por ello, nuestro consejo es que te dirijas a la zona conocida como South Rim desde donde podrás acceder –existen autobuses gratuitos- a varios miradores y rutas a pie por un desfiladero. Algunos de los más conocidos –y que cuentan con parada- son Travelview, Powel Point, Monument Creek o Mohave Point. Lo idóneo es que acudas con tiempo suficiente para visitar varios de estos puntos puesto que ofrecen matices de colores diferentes al caer el sol. Eso sí, imprescindible que vuelvas a casa con la fotografía de los rocosos monolitos teñidos de rojo.
5. Ciudad del Cabo (Sudáfrica)
Resultaría una obviedad decirte que debes visitar el puerto de Ciudad del Cabo en tu próxima visita porque es, sin duda, su gran atractivo, tal y como recoge cualquier guía de viaje. Pero, a ello debemos añadir un segundo imperativo, tomar uno de los cruceros que transitan por el Atlántico al atardecer. Una puesta de sol anaranjada en mitad de la nada y con el único sonido de gaviotas graznando. Te garantizamos que se trata de una experiencia que no olvidarás jamás.
6. Santorini (Grecia)
No hay crucero por las islas griegas que se precie que se salte la parada en Santorini que es, sin duda, el icono por excelencia. Desde el momento en que tu embarcación –salvo que tu llegada sea en avión- se vaya acercando al puerto tendrás una sensación de familiaridad: casitas blancas en la ladera, iglesias con cúpulas azules, kilómetros de mar sin tierra firme a la vista, etc. Aunque la capital es Thira, te habrás hartado de leer que el mejor enclave de la isla para ver la puesta de sol es el pequeño pueblo de Oia. Y probablemente así sea aunque en ese pequeño paraíso estamos seguros que cualquier diminuto rincón es recomendable.
7. Cala Comte (Ibiza)
No hace falta viajar muy lejos para contemplar una de las puestas de sol que merece por derecho propio estar en cualquier ranking mundial. Está aquí mismo, en Ibiza, en la conocida como Cala Comente en el punto oeste de la isla. Pero el atardecer no es su único atractivo porque su fina arena, su enclave protegido por formaciones rocosas y sus aguas transparentes la convierten en uno de los escenarios más fascinantes de cuantos has conocido. Aunque en los meses de verano está más animado, con chiringuitos de playa y buena música incluidos, cualquier época del año es una opción excelente.
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