Llega el final del verano y todos los padres se ponen a temblar. Se acabó eso de sacar a los peques a jugar al a calle y toca devanarse los sesos para dar con actividades de ocio económicas para entretener a los niños en casa. Si no te hace ninguna gracia que tu hijo se pase las horas pegado a la tele y quieres potenciar su creatividad e imaginación, toma nota de estas manualidades sencillas que podrás hacer mano a mano con los peques de la casa. 🙂
1. Larga vida al rollo de papel higiénico
Cuando hay niños en casa, o alguna adicta la DIY, las cajas vacías y los rollos de papel higiénico pasan a ser un elemento de colección. Dales una nueva vida forrándolos con papel o con una capita de pintura. Portalápices, muñecos, figuritas, cajoncitos para guardar cosas pequeñas… ¡Hay tantas posibilidades como tú quieras!

2. Móviles con papel
La papiroflexia es una técnica compleja que requiere paciencia y al de habilidad. Si lo que buscas son manualidades sencillas, puedes ir poco a poco con tu pequeño y empezando por el mítico barquito, construir verdaderas obras de arte a base de pliegues. Si unes tus figuras con hilos y pajitas de plástico, tendrás un móvil ideal.

3. Fimo, la plastilina que se calienta en le horno
El Fimo es como la plastilina de toda la vida pero con un valor añadido. Cuando la calientas al horno se queda dura y mantiene su forma como una resina. Las figuras de Fimo suelen ser algo frágiles per ofrece infinitas posibilidades creativas. ¿Te atreverías a diseñar bisutería con este material?

4. Bisutería con macarrones: un clásico entre los clásicos
Este sí es un clásico entre los clásicos de manualidades sencillas. Los colgantes de macarrones llevan años siendo el regalo estrella para el día de la madre. Prueba a combinar diferentes tipo de pasta y a decorar cada pieza con acuarelas o témperas. Eso sí, recuerda que estos collares pueden estropearse y “caducan”.

5. Pompones de lana para darle un toque único a tus prendas
Elaborar pompones con lana es súper sencillo. Sólo tienes que recortar dos cartones en forma de rasquilla y, como en la imagen, envolverlos enrollando la lana. Cuando hayas puesto tanta lana que el centro se haya cerrado, corta el lateral metiendo la tijera entre un cartón y el otro. Después, pasa por ahí un hilo y apriétalo fuerte para que se mantengan todos los trocitos de lana juntos. Por último, retira el cartón y ¡ya está! Puede coser los pompones que han hecho tus hijos a sus gorditos, guantes y bufandas… ¡Les encantará ser sus propios modistos!
