Onicofagia. Dícese de la (mala) costumbre de comerse las uñas. Y puntualizamos con ese adjetivo porque este hábito compulsivo puede tener importantes consecuencias para tu salud. Afecta especialmente a tu dentadura, causando microtraumatismos que fracturan y astillan los dientes. Además, a medio y largo plazo puede provocar que aparezcan problemas de sensibilidad dental.
Estos son solo algunos de los efectos de la onicofagia. Si has caído en esta costumbre, te contamos cinco trucos para dejar de comerte las uñas.
1. Conocer los ‘contras’ de este hábito y concienciarte
La fuerza mental es fundamental. Has de tener en cuenta cuáles son los perjuicios que supone para tu salud este mal hábito y no los olvides. Tenlos siempre bien presentes para recurrir a ellos cuando te puedan los nervios y empieces a comerte las uñas… ¡Para y reacciona! Paciencia y fuerza para sobrellevar los primeros días, que serán los más complicados.
2. Píntate las uñas
Esto es recomendable para las mujeres. Ve a hacerte la manicura y deja que te pongan bonitas las manos y las uñas. Es probable que cuando te den ganas de mordértelas al verlas tan monas se te quiten tal cual llegaron. Es una motivación potente el lucir manos envidiables día a día así que no lo dudes e invierte en ti, invierte en belleza y salud y déjate mimar en un centro de estética especializado en este tipo de tratamientos.

3. Detecta en qué momentos te las comes y actúa
La mejor manera de parar un mal hábito es detectar cuándo sucede, en qué momento te dan ganas de comerte las uñas y así podrás predecir lo que viene a continuación y pararlo. Suele ocurrir cuando se está aburrido, en épocas de especial estrés y nerviosismo, por ejemplo. También en situaciones de aparente tranquilidad, como viendo una película de intriga o con los pasamientos.

4. Recurre a productos específicos para ello
En el mercado encontrarás lociones con las que impregnar tus uñas que se han creado para que la gente deje de morderse las uñas. La clave es el sabor, que es muy desagradable. Normalmente además es un sabor que persiste en el paladar y así es la manera en la que poco a poco irás dejando de morderlas para evitar tener que estar unos minutos con ese gusto tan peculiar y desagradable en la boca.
5. Busca una alternativa
Si te muerdes las uñas en momentos de nervios o estrés, o cuando te aburres, igual podrías optar por alternativas a esta costumbre. Por ejemplo, desde unos chicles sin azúcar a algún aperitivo, snack saludable o bien algo de fruta. Prueba que es una estrategia que llega a funcionarle a muchas personas.
6. Hidrata bien tus manos para evitar sequedad
La sequedad suele producir que haya pellejos en los dedos que finalmente es el gancho por el cual empiezas a morderte las uñas. Por eso es recomendable tener bien hidratadas las manos. Usa una crema específica para mantener las manos en buen estado y comprobarás cómo influye en las (menos) ganas de comerte las uñas.

Esperamos que estos consejos para dejar de comerte las uñas te sean de utilidad. La onicofagia es un hábito que afecta a muchísimas personas, a más de las que crees…