Salir de casa supone siempre alterar los hábitos alimentarios. Es probable que comas a deshoras, que tengas tentaciones gastronómicas al alcance de la mano y es más fácil saltarse la dieta. En este post queremos daros ocho consejos para no engordar cuanto estás de viaje, bien sea para disfrutar de las vacaciones o ya se trate de una escapada por motivos laborales.
1. Súbete a la báscula antes de partir
Habrá a quienes les parezca una tontería, pero si se es consciente del peso que se tiene y la idea es no coger ningún kilillo de más, no hay mayor motivación que la de pesarse y comprobar lo bien que seguro lo has estado haciendo estos meses para estar a punto para el verano. ¿Merece la pena tirarlo todo por la borda en apenas unos días? La respuesta es clara: ¡No! Haz la maleta y no olvides incluir en el equipaje algo que puede que te haga mucha falta… ¡La fuerza de voluntad!
2. Tentempiés saludables para el camino
Esto es especialmente recomendable si vas a realizar un trayecto largo o si te mueves en coche. Hazte con un tupper y mete algo de fruta, barrita de cereales, un yogur y un botellín de agua, por ejemplo. Evitarás picotear chocolates, bollería, dulces y refrescos gaseosos.
3. Ya en el destino, practicar deporte
Lo importante es moverse y llevar una vida activa aunque nos encontremos en el lugar más paradisíaco del mundo. Dedica una hora al menos a caminar por la playa, a salir a correr o bien acude al gimnasio que probablemente tenga el hotel donde te alojes. Y si vas con la idea de hacer mucho turismo, trata de realizar todos los trayectos que puedas a pie. Siempre hay formas de hacer ejercicio cuando se viaja, así que busca el hueco, decide qué actividad te gusta más y ve a por ello. Podrás compensar las calorías de más que ingieras en el buffet libre o cuando salgas a cenar.
4. No saltarte ninguna de las cinco comidas recomendables al día
Para llevar una dieta sana y equilibrada y mantenerte en tu peso ideal la principal recomendación es hacer cinco ingestas de alimentos diarias. Esto ayuda a acelerar el metabolismo y además produce una sensación de saciedad que hará que no piques cuando no debes. Durante las vacaciones o cuando vayas a viajar por el motivo que sea procura hacer esas cinco comidas: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena.
5. Opta por platos ligeros y empieza por una ensalada
Las ensaladas hacen que te sientas saciada antes de tiempo, así que opta por unos primeros ‘verdes’, bien ensaladas o ahora en verano un vaso de gazpacho o salmorejo. A continuación, elige siempre las opciones más ligeras: pescado o carne pero a la plancha, nada de frituras, acompañados de verduras como guarnición.
6. Evitar condimentar las comidas en exceso
La sal es una de las sustancias que contribuyen a una mayor retención de líquidos, así que no abuses de ella. El azúcar también hay que dejarlo a un lado y quedarte solo con el que llevan de manera natural algunos de los alimentos que vayas a tomar. El aceite es beneficioso para la salud pero no hay que abusar de él.
7. Mucha agua y ojo con las bebidas azucaradas y el alcohol
Toma al menos dos litros de agua al día y no sacies de sed con refrescos y zumos. En cuanto al alcohol, es mejor tacharlo de la lista. Eso no quita que si apetece tomes una copa de vino o una cerveza, pero que esto sea la excepción y no la norma.
8. ¿Y el postre?
Fruta es la mejor opción. Aprovecha la temporada para degustar las frutas del momento y deja las tartas y los pasteles para otros momentos. El helado es otra opción pero siempre y cuando tomes uno pequeño, tal vez con una bola de helado. Repetimos que la fruta siempre es la propuesta más saludable.
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