Sabemos que las manchas de sangre son unas de las más difíciles y degradables de limpiar. Además, como ocurre con otros tipos de manchas, cuanto más tardas en quitarlas más se seca y más cuesta que desaparezcan, por lo que hay que atacar de inmediato.
Aquí tenemos la solución con estos trucos y remedios caseros para eliminarlas. ¿Quieres saber cómo acabar con ellas de una vez sobretodo si se han secado?
1. Agua oxigenada
El primer paso para limpiar este tipo de manchas secas o frescas es aplicar agua oxigenada, de los productos caseros más eficaces ya que elimina microorganismos por oxidación. Hay que aplicarlo abundantemente sobre la mancha, puedes diluirlo con agua si son telas delicadas y deja actuar durante 2 minutos. Desinfectará, ablandará y blanqueará la mancha.
Después, hay que ponerla en remojo en un barreño con agua fría, para que se ablande más y enjuagarla suavemente, así evitas que se extienda. Por último, aplica un poco de jabón neutro sobre la mancha para quitar los restos. Frota bien para que penetre y lava con agua fría la pieza como normalmente.

2. Pasta de dientes
Aplicar pasta dentrífica sobre la zona manchada y dejarlo secar por completo. Después enjuaga la pasta con agua fría y aplica jabón neutro. Frota y lava con agua fría de nuevo. Esto se puede usar para prendas que no quieres que se blanqueen.

3. Agua con sal
Este truco se utiliza sobretodo para quitar manchas de sangre del colchón u otras piezas que no se puedan lavar. Hay que mezclar una pequeña cantidad de agua con sal y aplicarla sobre la mancha. Se deja que se ablande y absorba la sangre y después se frota, cepilla y se aplica el secador.

4. Jabón
Si no tienes agua oxigenada o sal a mano, esto te ayudará. Es similar al método de sal y agua, pero en lugar de sal, puedes frotar jabón o gel directamente en la mancha. Si lo aplicas en alfombras, colchones o muebles, es importante no usar demasiado porque será difícil de lavar después.
Primero hay que mojar el área con agua fría, frotar abundante jabón sobre la mancha con las palmas frente a frente, cuando genere mucha espuma enjuaga con agua fría y repite hasta que la mancha desaparezca.

5. Agua con hielo
Esto se suele aplicar en alguna alfombra o mueble. Se mezcla hielo con agua, se humedece un paño o esponja con la mezcla sin que quede empapado y se frota con mucho cuidado.

6. Amoníaco
El amoníaco es un eficaz tratamiento para eliminar este tipo de manchas. El procedimiento sería mezclar una cuchara de amoníaco con medio vaso de agua fría, verter la mezcla sobre las manchas más incrustadas y cuando haya desaparecido, enjuagarla con agua fría. Hay que evitar usar este tratamiento sobre lino, seda o lana.
