Viajar es un placer, de eso no cabe duda. Además, es la mejor manera de conocer otras culturas y aprender de otras personas, de la manera de vivir y de sentir. A todo eso hay que añadir que permite oxigenarse, tomar aire y dejar los problemas y el estrés de la rutina diaria a un lado para recuperar fuerzas.
Hoy en día se suelen planificar bastante las escapadas. Es importante tener claro cuándo dispones de vacaciones para reservar vuelos con antelación y obtener buenos precios y para conseguir un alojamiento acorde a lo que necesitas. Sin embargo, ese querer llevarlo todo planificado al milímetro puede jugar en tu contra. El exceso de control hace que nos perdamos algunas vivencias que son importantes para que ese viaje sea especial y le saques todo el jugo posible al destino que estás visitando.
A continuación te decimos cinco cosas imprescindibles que no deberías olvidar cuando te dispongas a poner pie en tierra extraña. Toma nota y déjate llevar… Al final, como decía Antonio Machado, ‘caminante, no hay camino, se hace camino al andar’.
1. Visitar un mercado de barrio
Si quieres descubrir realmente cómo son quienes habitan la ciudad en la que estás, lo mejor es alejarte de los principales circuitos turísticos, de los itinerarios que se reverencian para quienes van de vacaciones, y adentrarte en el corazón de la urbe. Una manera realmente interesante es ir hasta un mercado de barrio, uno de esos auténticos, nada que ver con los gastromercados que tanto se llevan ahora mismo.
¿Un ejemplo? El caso de Lisboa, que cuenta con el de Da Ribeira, uno de los sitios de moda pero que está excesivamente concurrido, la verdad. Nuestra recomendación es que vayas al de Alvalade, considerado de los favoritos por los chefs portugueses. ALlí, tanto conservas para llevar a casa como carne y pescado, frutas, verduras, etc. Hay cafés y tiendas para pararse a tomar un tentempié. Está en la avenida Rio de Janeiro y llegas fácilmente en metro, tomando la línea verde y bajando y la parada de Alvalade. Abre de lunes a sábado hasta las 14 horas.

2. Guardar el smartphone y dejarte llevar por el momento
Actualmente estamos demasiado enganchados al teléfono. Unos dicen que es la única manera de tomar fotos; otros, que han de estar conectados de forma perpetua. La realidad es que cualquier persona puede tomarse unos minutos, media horita, para vivir el aquí y el ahora, un poco de mindulness viajero para llenarte de las sensaciones que transmite el país que visitas. Los sonidos, el murmullo del ritmo cotidiano de la urbe, los aromas y esos olores a mar o a cocina recién hecha. El sol, la luz, el mar… No te pierdas lo que tienes ante tus ojos solo por llenar tu cuenta de redes sociales de selfies e imágenes de postal. Merece más la pena construir recuerdos que tomar fotos.

3. Sentarte a la mesa de un restaurante local para conocer la cocina del país
La gastronomía es uno de los grandes alicientes cuando se viaja hoy en día. Lo que ocurre es que en los destinos excesivamente turísticos –te preguntarás que cuál no lo es en estos momentos– hay un exceso de oferta que se caracteriza por la baja calidad. Al final muchos terminan comiendo en establecimientos de comida rápida o franquicias que no te aportan nada a la experiencia de vacaciones. Es por eso que te recomendamos esforzarte por localizar un restaurante 100% local y autóctono donde te sirvan recetas tradicionales del lugar en el que te encuentras. ¿Un truco? Pregunta en la recepción del hotel o coméntalo con alguno de los ciudadanos con los que te cruces. Nadie como ellos para orientarte sobre sitios en los que merecerá la pena sentarse a la mesa.

4. Souvenirs que te recuerden la experiencia
A muchos les parece una tontería pero la realidad es que siempre gusta tener en casa un vino que se trajo de Oporto, un colgante de Murano de Venecia o, por qué no, ese imán en el que se representa la Gran Muralla China. Tú elige qué tipo de objetos te gustan más pero que no te incluyan los comentarios de otros. Al final esos pequeños objetos que compraste con todo el cariño del mundo están llenos de significación y te traerán recuerdos de unas vacaciones que siempre son inolvidables, por uno u otro motivo.
A modo de sugerencia, te comentamos una colección viajera que hemos visto en Instagram y que es de lo más interesante y original: comprar un libro infantil, de cuentos e ilustraciones, en la lengua oficial del país que visites. Si tienes niños en casa será un legado precioso y valioso, una biblioteca del mundo que con el tiempo los peques van a apreciar en gran medida.

5. Alejarte de los barrios más emblemáticos y perderte por la ciudad
Este punto final está muy ligado con el primero. Si has contratado a un guía para que te descubra los lugares conocidos del lugar, no te pierdas esas otras cosas que están más allá del casco histórico. ¿Ideas? Desde tomar un metro o tren sin destino muy claro a simplemente dejarte llevar por donde te lleven los pasos para adentrarte en la cara más auténtica de la urbe que visitas.

Esperamos que estos cinco consejos te inspiren a la hora de ir de vacaciones. Seguro que tú también tienes tus trucos y maneras a la hora de viajar, así que no dudes en compartir consejos y sugerencias en redes sociales y en comentarios. Tomar un avión y poner tierra de por medio es una experiencia llena de matices y enriquecedora al máximo, seguro, pero también va a depender de tu actitud a la hora de emprender esta aventura…
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