Que Alcalá de Henares es la cuna de Miguel de Cervantes, nuestro escritor más universal, es algo conocido. Y que es una ciudad con mucho encanto, también, sobre todo para quienes la han visitado. Pero hay curiosidades de Alcalá de Henares que no son tan conocidas. Veamos algunas de ellas…
1. El Papa Francisco estudió en Alcalá de Henares
El Papa Francisco residió en Alcalá de Henares entre 1970 y 1971. Jorge María Bergoglio, que tenía 34 años por aquel entonces, realizó en el colegio San Ignacio de Loyola la Tercera Probación de su noviciado, el último paso que afrontan los jesuitas para su ingreso definitivo en la orden. Nadie pensaría en aquel momento que Jorge María Bergoglio, al que sus compañeros recuerdan como una persona especialmente humilde y sencilla, sería más de cuatro décadas después el Papa Francisco.

2. El origen del nombre de la ciudad
El nombre de Alcalá de Henares procede del vocablo árabe “al-qal’a Nahar”, que significa fortaleza o castillo sobre el Henares, aunque el origen de la ciudad se encuentra en la época romana, cuando recibía el nombre de Complutum y de donde procede el término de ciudad complutense con el que también nos referimos a Alcalá de Henares.

3. Los primeros gorrones estaban en Alcalá de Henares
Además de Miguel de Cervantes, en la historia de Alcalá de Henares hay otras grandes personalidades, como el Cardenal Cisneros, que impulsó el gran desarrollo que alcanzó la Universidad de Alcalá de Henares. Los estudiantes con menos recursos tenían que trabajar para pagarse sus estudios y utilizaban grandes gorros para diferenciarse de los que no trabajaban. Por eso se les llamaba gorrones, un término que se utiliza de forma despectiva.

4. La expresión “ser un manta” también procede de Alcalá de Henares
Otra de las curiosidades de Alcalá de Henares es que a los estudiantes de la Universidad de Alcalá de Henares que suspendían se les podía identificar fácilmente siglos atrás porque portaban unas orejas de burro y una manta. Además, eran manteados a la puerta de la Universidad. De ahí surgió la expresión “ser un manta”.

5. Alcalá de Henares también tiene una Boca de la Verdad
La Boca de la Verdad más conocida es la que se encuentra en una de las paredes de la iglesia de Santa María in Cosmedin en Roma. En este icónico lugar de la capital italiana fue donde Gregory Peck fingía haber perdido la mano al ponerla sobre la Boca de la Verdad delante de una sorprendida Audrey Hepburn en la película Vacaciones en Roma. Lo cierto es que Alcalá de Henares también tiene su propia boca de la verdad que ponía a prueba la sinceridad y fidelidad de los matrimonios. Se trata de la fuente situada en el Colegio de Málaga de Alcalá de Henares -llamado así porque sus primeros estudiantes eran malagueños-, con la representación de la cara de un león.

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