La edad de tu hijo y su forma de ser son dos factores importantes a la hora de enseñar a los niños a dormir solos, un proceso que, como tantos otros en el cuidado y la educación de los niños, no es sencillo y requiere de bastante paciencia y constancia. Sin embargo, como no podemos cambiar su forma de ser y menos aún su edad, debemos centrarnos en lo que podemos hacer nosotros. Por ejemplo, seguir estos consejos para que los niños duerman solos…
1. Mantener una rutina antes de dormir
Leer un cuento a los niños todas las noches o cantarles una canción cuando ya están en su cama es una buena forma de tranquilizarlos antes de que se duerman y de crear un hábito para que asocien esa actividad con el final del día… y con dormir en su habitación.

2. Crear un clima propicio para el descanso
A la hora de intentar que los niños adquieran el hábito de dormir solos también es importante que dotemos a su entorno, en este caso su habitación, de un clima idóneo para que duerman bien. ¿Cómo conseguirlo? Pues, por ejemplo, con una temperatura agradable en la habitación, evitando que cenen demasiado (o muy poco) y acostándolos a la misma hora cada día. Así será más fácil que no se despierten varias veces por la noche y tengan la tentación de querer dormir con vosotros.

3. No ceder
Probablemente, de los consejos para que los niños duerman solos, este es el más difícil de cumplir. Sobre todo cuando tu hijo llora desconsoladamente porque no quiere quedarse solo en su habitación. Es preferible que lo acompañéis a su cama y os quedéis un rato acompañándolo en su habitación antes que dejar que duerma con vosotros esa noche… y muchas otras en las que vaya a llorar si no le dejáis.

4. No esperar a que se duerma para salir de su habitación
Los niños deben percibir como algo normal el hecho de dormir solos. La mejor forma de lograrlo no es esperar a que se duerman para salir de su habitación ni tumbarnos con ellos en la cama hasta que se queden dormidos, sino explicarles que ha llegado el momento de dormir y que si necesitan cualquier cosa pueden llamaros. Claro está, siempre que aún no sean unos bebés…

5. Dejar que duerman con su peluche favorito
No todo el mundo es partidario de invitar a los niños que duerman con un peluche, pero lo cierto es que se trata de una solución que muchas veces es muy válida para que ellos se sientan seguros y protegidos por la noche y para que vosotros podáis descansar… o tener intimidad.
