Después de trabajar duramente para deshacernos de los michelines y esa tripita peleona que se niega a dejarte, llega el verano y los kilos de más vuelven. ¡Todo la operación bikini tirada por la borda! Pero tranquilo, compaginar unas vacaciones perfectas con una alimentación equilibrada y algo de ejercicio, es posible ¿Qué te parecen estos consejos?
1. ¡Muévete!
No pierdas el hábito de practicar deporte. Cuando estés en casa aprovecha para seguir yendo al gimnasio y cuando vayas a la piscina, saca un momento entre las cartas y el helado y hazte unos largos.
Si te vas de vacaciones, piensa que hay un deporte para cada destino. En la playa podrás nadar y pasear por la orilla, en la montaña, atrévete con alguna ruta de senderismo y si has optado por el turismo urbano, di adiós al transporte público y descubre los rincones de la ciudad en bicicleta.
Si te vas de vacaciones a la montaña, aprovecha para moverte (istock)
2. Alimentos para el calor
En general, el calor hace que nuestro apetito se reduzca. Aprovéchalo y no piques entre horas. Además, existen multitud de alimentos especialmente adecuados para el calor. El gazpacho, las ensaladas y las frutas son productos fresquitos con mucha agua que te permitirán hidratarte y soportar mejor las altas temperaturas.
3. Comer sano también fuera de casa
Cualquier viajero que se precie conoce la importancia de la gastronomía dentro de una cultura y nosotros no podemos estar más a favor de probarlo todo durante un viaje. Sin embargo, si quieres mantener la línea tendrás que intentar mantener unas horas de comida lógicas. ¡Se acabó eso de comer a todas horas!
La sandía es uno de los alimentos más fresquitos para el verano (iStock)
Además, si como buen turista gastronómico, quieres probarlo todo, puedes optar por compartir plato con alguien o elegir aquellas opciones más ligeras, sobre todo, a la hora de cenar.
El turismo gastronómico no está reñido con una dieta sana (iStock)
4. La hidratación es la clave
Los médicos y nutricionistas no se cansan de insistir en la importancia de una buena hidratación. En verano es especialmente importante que cuides tu consumo de agua diario y bebas, al menos, dos litros de agua.
Una buena hidratación es clave en los meses de más calor (iStock)
5. Controlarse con las cañitas y el terraceo
Formas parte de nuestra cultura y (para qué negarlo) ¡nos encanta! Quedarse en una terraza toda la tarde tomando cañas es uno de los grandes placeres del verano y lo sabes. Sin embargo, existen ciertos trucos para que una sesión de terraceo no se convierta en el enemigo de tu tipazo. Puedes optar por cerveza sin alcohol o sustituir alguna de las cañas por tés con hielo. Así, te mantendrás hidratado y fresquito.
El buen tiempo hace que el plan de terracita y una caña sea de lo más apetecible (iStock)