¿Cómo saber si estás comiendo en un restaurante de quinta gama? (iStock)

¿Cómo saber si estás comiendo en un restaurante de quinta gama?

Un restaurante de quinta gama es aquel que tiene la comida prácticamente preparada para ser servida. En algunos casos se trata recetas que ya están incluso hasta emplatadas que sólo necesitan que se calienten y algún toque decorativo. A pesar de que son productos perfectamente consumibles, lo cierto es que no suelen contener ingredientes frescos y se trata de un tipo de cocina precocinada.

No pasa nada por comer en restaurantes de quinta gama, lo único que sí es necesario detectar aquellos establecimientos que te quieren dar gato por liebre. Sencillamente porque su coste es mucho más reducido y no cabe lugar para la cocina de autor que suele costar algo más cara.

Estas son las señales claras de que te puedes encontrar comiendo en un restaurante de quinta gama:

Una carta demasiado amplia y variada

Esta es una de las principales características de este tipo de establecimiento hosteleros. Si de repente descubres que tienes tanto para elegir que te puede resultar hasta difícil elegir es que seguramente muchos ya estén precocinados.

En algunas ocasiones la cantidad se confunde con la calidad, y por querer dar una mayor oferta se recurre a este tipo de sistema. Una larga lista de platos es muy difícil de asumir por cualquier cocina a menos que sea de tamaño industrial.

El tiempo de espera es fundamental para un cocinado perfecto (iStock)
El tiempo de espera es fundamental para un cocinado perfecto (iStock)

Servicio muy rápido

Esto es deseable en cualquier establecimiento. Pero en los restaurantes de quinta gama la comida llega casi al instante. Casi ni has calentado el asiento que ya tienes delante el plato que has elegido. Por muy poco elaborado que sea, cuando el tiempo es tan reducido es señal de que seguramente ya esté cocinado.

Tampoco es necesario que pongas un cronómetro sobre la mesa para controlarlo. Y en muchos restaurantes sí que existen cartas fáciles que se pueden elaborar rápidamente. Pero, aún así, se debe tomar como posible señal de que estás en un restaurante de quinta gama.

Gran cantidad de salsas

Una gran manera de simular la poca frescura de los productos es enterrarlos en condimentos y salsas. En su ya larga carta, también es probable que puedas elegir entre una gran cantidad de este tipo de acompañamientos a los platos.

Otra forma de detectar los restaurantes de quinta gama es que todo el sabor del plato viene por la salsa. Las carnes y el pescado casi ni tendrán presencia. Las verduras tampoco darán su toque peculiar. La experiencia culinaria es más reducida.

¿Demasiadas salsas? seguramente intenten enmascarar el sabor del producto.... (iStock)
¿Demasiadas salsas? seguramente intenten enmascarar el sabor del producto…. (iStock)

Un ritmo vertiginoso

Ya hemos hecho alusión al rápido servicio que ofrecen este tipo de establecimientos hoteleros. Pero en general, también podrás observar cómo los tiempos en general se ven muy reducidos. Los restaurantes de quinta gama suelen tener mucho tráfico de público y el tiempo de estancia se ve muy reducido.

Y esto se debe a que al tener mayor capacidad de ofrecer comidas lo más conveniente es que hay mayor rotación de público para hacer más caja. No están pensados para que haya sobremesas eternas. No llega al concepto de fast food, pero se aproxima muchísimo.

Lo cierto es que los restaurantes de quinta gama se están imponiendo ya que consiguen mucho éxito por la gran capacidad para atender altas demandas de público. También, en la mayoría de las ocasiones, ofrecen precios muy bajos que pueden resultar muy competitivos. Además, son negocios fáciles de crear ya que requieren de menos infraestructuras.

Uno de los principales indicadores de que te encuentras en un restaurante de quinta gama es que el tamaño de la cocina no se corresponde con lo que se ofrece en la carta. Esa es la señal más clara de que el microondas no dejará de funcionar durante todo el servicio.