Seguro que en más de una ocasión has utilizado, o al menos escuchado, la expresión “he pasado una noche toledana”. No es buena señal cuando lo dices, ya que probablemente te levantes con más sueño del que te acostaras después de pasar largas horas en la cama sin lograr descansar. ¿Pero dónde está el origen de esta expresión? Te sorprenderá saber que alguna de las versiones lleva nada más y nada menos que trece siglos entre nosotros.
El origen
Dicen los escritos que este dicho popular surgió en Toledo, aunque esto lo podíamos prever, en el año 797. Por entonces, Al-Hakam I era emir de Córdoba y nieto de Abd al-Rahman I. Al-Hakam apostó por la búsqueda de sangre, dado el carácter toledano de cierta rebeldía ante sus opresores. Allí mandó a un nuevo gobernador, Amrús, con la promesa de que Toledo gobernaría con independencia de Córdoba, pese a que todo era un plan orquestado. Y no con las mejores intenciones precisamente.
El citado Amrús, una vez ganada la confianza de la nobleza toledana, aprovechó la visita del príncipe heredero al trono de Córdoba, Abd al-Rahman II, para organizar una cena en su residencia. Lo que no sabían los nobles es que tras la puerta les esperaba la guardia personal del príncipe, degollando uno a uno los presentes y siendo arrojados posteriormente a un foso cavado con anterioridad. Pese a que no se sabe a ciencia cierta el número de fallecidos, sí hay crónicas que hablan de cientos de ellos. Incluso de miles.

Otras teorías del dicho
Esta es una de las versiones, probablemente la más factible para llevar al cine, pero las hay de todos tipos. Por ejemplo, Sebastián de Horozco y Sebastián de Covarrubias, padre e hijo y este último autor del “Tesoro de la lengua castellana o española” en 1611, tenían otra teoría. Apostaban por esta expresión por la incomodidad que generaban los mosquitos, cuyas picaduras amargaban las noches a los forasteros.
Incluso otra versión, también aceptada, la dio Correas en su “Vocabulario de refranes” del siglo XVII. Por entonces, se creía que las mozas toledanas, en la noche de San Juan, se casarían con el hombre cuyo nombre fuera el primero que escucharan a partir de las doce de la noche. Esto les podía llevar a pasar la noche en vela, una “noche toledana”.
Consejos para combatir el insomnio
Fuera cual fuera el origen, todavía hoy utilizamos la expresión y buscamos remedios para combatirla. Desde aquí podemos recomendar que realizar ejercicio de manera habitual, evitando el sedentarismo, puede ser una de las fórmulas que mejor te funcionen. Así como, aunque resulte evidente, evitar bebidas que lleven cafeína o alcohol, que distorsionan nuestro sueño y lo convierte en poco reparador.

Tampoco es lo más óptimo, según muchos estudios, estar pendiente del teléfono móvil unos minutos antes de dormirte. Sí, eso te desvela. Y si no puedes dormirte, siempre es mejor recurrir a un libro que a una pantalla que te genera más estímulos y no te ayuda absolutamente en nada a conciliar el sueño. Sabemos que es difícil acostarte sin revisar tus redes sociales, pero si cuentas con problemas de insomnio debes intentarlo.
No estamos hablando de un problema menor, ya que según la Sociedad Española de Neurología, el 30% de la población española podría sufrir insomnio. Entre otros consejos que podemos recomendar, trata de realizar técnicas de relajación, ayudándote de música si es preciso. Y, por supuesto, no metas excesivas calorías con cenas copiosas que pueden alterar tus ciclos de sueño.