España es un país de leyenda con muchas historias llenas de magia. Las historias y relatos sobre brujas, druidas y akelarres se extienden por toda la geografía con especial atención en las zonas montañosas y próximas a la naturaleza. En estos lugares encantados aquellas mujeres (fundamentalmente) conectaban con las fuerzas mágicas de la naturaleza.
Los bosques y las montañas eran los emplazamientos favoritos para celebrar todo tipo de rituales y aun hoy las leyendas locales de muchos pueblos hablan de aquellos encuentros. ¿Nos acompañas a descubrir las cuevas de España con historias mágicas sobre aceleres y brujería?
1. Cueva de las Güixas, Villanúa, Aragón
El origen de estas impresionantes cavidades en pleno Pirineo Aragonés se remonta a la última glaciación. El camino que da acceso a estas cuevas forma parte de un trazado perteneciente al histórico Camino de Santiago. Según cuentan las leyendas de la zona, estas cuevas han dado cabida a numerosos pobladores, como militares o presos. Además, según se dice, también sanadoras y brujas utilizaron el espacio como lugar de reunión para sus ritos y akelarres.
La presencia de murciélagos ha motivado la inclusión de esta cueva en la lista de Lugares con Interés Comunitarios de la Red Natura 2000 europea.
2. Cueva de las Brujas, Zugarramurdi, Navarra
Este imponente completo cárstico se encuentra a menos de un kilómetro del mismísimo casco urbano de Zugarramurdi. La cavidad más amplia fue generada por una corriente de agua que, todavía hoy, se mantiene con un importante caudal. Conocida como Regata del Infierno, este riachuelo ha horadado una cúpula con una altura media de 11 metros.
El nombre de este conjunto cárstico hace referencia a las reuniones paganas de las que se habló en el Proceso Inquisitorial del s. XVII y que se usaron como prueba de la presencia de brujas en Zugarramurdi. Actualmente, es especialmente interesante la visita la Museo de las Brujas así como a la propia cueva, en la que, según la leyenda, se celebraban festines y orgías bajo la luz de la luna.
3. Dolmen de Menga, Málaga
El dolmen de Menga es un monumento de origen megalítico de hace unos 6.000 años que ha sido recientemente declarado Patrimonio Mundial y Bien de Interés Cultural. Parece que el objetivo inicial de esta construcción fue el de servir como sepulcro en el que se celebraban entierros colectivos.
Sin embargo, según las leyendas, miles de años más tarde, entre sus paredes de piedra, se alojaron brujas y druidas que celebraban todo tipo de rituales mágicos. Esta construcción, junto al dolmen de Viera en el Campo de los Túmulos era un lugar temido por los vecinos más supersticiosos de Antequera.
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