Si aún no has visitado la Feria de Abril de Sevilla, debes saber que es una las cosas obligadas que hay que hacer al menos una vez en la vida. Dado que algunas de las curiosidades de esta tradición con años de historia no las encontrarás en las guías turísticas, aquí van seis datos interesantes que quizá desconocías sobre esta celebración.
1. Ni sevillano, ni andaluz… el origen está en Cataluña y País Vasco
Es imposible no asociar Sevilla con la Feria de Abril pero, aunque pocas veces se repasan sus orígenes, el principio estuvo en otra la otra punta de España. No porque se celebrase en otro lugar sino porque sus fundadores fueron el catalán Narciso Bonaplata y su colega vasco José María Ybarra. Ambos, en uno de sus múltiples viajes de negocios se quedaron fascinados con la belleza hispalense y decidieron montar allí una feria ganadera en 1846. Y así evolucionando y transformándose llegaría hasta el día de hoy tal y como la conocemos.

2. Desunión religiosa
Ya nos hemos acostumbrado a que la Feria de Abril arranque la noche del lunes al martes. El principal cambio que ha sufrido con los años es la fecha elegida: con el paso de las décadas se ha desechado la costumbre inicial de hacerla coincidir con la Semana Santa debido al auge de esta celebración religiosa. Desde hace muchos años se elige por posponer la celebración de la Feria de Abril provocando, en algunas ocasiones, que se adentre paradójicamente en el mes de mayo.

3. Invitados de renombre como invitados
Ya estamos acostumbrados a ver por televisión –o en vivo- a multitud de personajes de la farándula visitando la Feria de Abril en Sevilla pero lo que recuerdan perfectamente los más viejos del lugar es a Jackie Kennedy a lomos de un caballo paseando entre casetas. No sería la única, también fue célebre la visita de la actriz Grace Kelly junto al príncipe Reiniero en 1966.

4. La Feria Republicana
Como es lógico, en una celebración como esta cuyo origen se remonta al año 1846 los avatares históricos han ido en paralelo a la organización de la misma. En el convulso siglo XX uno de las curiosidades que figuran en los archivos es la celeridad con la que se tuvo que montar la edición de 1931 puesto que arrancaba tres días después de proclamarse la Segunda República (14 de abril). Los esfuerzos fueron tanto humanos, decenas de personas sustituyendo las banderas por la tricolor, como económico, 13.250 fue el coste de los ‘arreglos’.

5. Sin caballos
Si en el anterior punto mencionábamos cómo un hecho histórico influyó en la organización de la Feria de Abril, tanto o más caótico resultaron los efectos de la peste equina de 1990. Si te das un paseo por las casetas y preguntas por ello, seguro que encontrarás a decenas de sevillanos que recuerdan con tristeza la falta de coches de caballos y jinetes durante aquella edición. Hubo quien intentó reemplazarlo por varios camellos pero fue rápidamente evacuado por la Policía.

6. Pescaíto
Pero, ¿Dónde está la gente? Quizá te preguntes eso si te encuentras ante la Portada una hora antes del alumbrado. Te decimos el secreto de los sevillanos, reunirse para cenar ‘pescaíto’ antes del inicio de la Feria. Por cierto, un nombre que no ha sido elegido al azar, es la conjunción de pescado y frito (pescaíto), o lo que es lo mismo, lo que se hacía los lunes con este alimento a falta de tenerlo fresco.

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