¿Preparando un día de playa? Si quieres disfrutar al máximo de relax y descanso a orillas del mar y estás pensando llevarte la comida de casa para evitar colas desesperantes en el chiringuito de turno, toma nota de estas 8 recetas facilísimas para preparar tu comida y llevarla a la playa. Alguna que otra te sonarán, son clásicas de la gastronomía veraniega. Se elaboran rápidamente y no tienen complicación alguna.
1. Salmorejo cordobés
O, en su defecto, gazpacho. Vas a necesitas un kilo de tomates maduros, 200 gramos de pan (hay quienes no le ponen este ingredientes para rebajar calorías), 100 gramos de aceite de oliva, un diente de ajo, una cucharadita de sal y huevo duro y/o jamón serrano si quieres ponerle por encima. Usa la batidora de toda la vida o si tienes un robot de cocina será aún más fácil y rápido. Déjalo en la nevera a buena temperatura y llévatelo a la playa en un recipiente portátil que lo mantenga frío.

2. Ensalada oriental de arroz
Arroz, guisantes, tomate, bacon o pechuga de pavo, huevos revueltos… Todo ello salteado con aceite de oliva en apenas unos minutos y listo para consumir, tanto frío como caliente. Al poder tomarse a temperatura ambiente es una de las recetas ideales para llevarte a la playa en un recipiente cerrado. Eso sí. Evita que esté expuesto al sol para que el arroz no se apelmace demasiado. Y las sobras, si las hubiera, no las reutilices, porque este cereal, una vez cocinado y además expuesto a altas temperaturas –calor estival–, es dañino para el estómago.

3. Huevos revueltos con tomate y albahaca
Esta propuesta gastronómica es de lo más sencilla. Solo tienes que tomar unos cuantos huevos crudos y aceite de oliva y hacer un revuelto. Sal en su justa medida –a gusto del consumidor– y después aderézalo con tomates cherry, los pequeñitos, y con hierbas aromáticas, bien hierbabuena o albahaca. Es otra idea más que se consume tanto en caliente como en frío, por lo que no necesitarás ni mantenerlo en un lugar refrigerado, como el salmorejo.

4. Filetes empanados con patatas
Bien papas fritas, cocidas o al horno, según las calorías de más que quieras añadir a este plato. Los filetes empanados son otro de los clásicos de la cocina de verano. Prepáralos en casa, si es el mismo día que los vayas a consumir mejor que mejor. Como guarnición, las patatas y si gustas un poco de ensalada. Es de las propuestas gastronómicas que gustan por igual a grandes y pequeños.

5. Sandwich vegetal
Unas lonchas de pechuga de pavo, lechuga, tomate, queso… Lo cierto es que el sandwich se puede preparar de mil y una formas, todo depende de los gustos de quien lo vaya a degustar. El sandwich vegetal o el mixto son de los más socorridos, así que nada, manos a la obra y en apenas unos minutos ya está lista la comida para aprovechar al máximo el día de playa.

6. Mix de fruta fresca con zumo de naranja
Aprovecha que ahora hay melón y sandía frescas, naranjas, peras, brevas y/o higos, frutos rojos… Es una manera perfecta de pasar la jornada de descanso junto al mar, con algo liberato y fresco que te hará aún más placentera la experiencia. Puedes hacer una macedonia y después regalarla con zumo de naranja.

7. Ensalada de pasta
Pollo a la plancha, pasta –macarrones, lacitos–, verduras de hoja verde –lechuga o canónigos–, tomate y queso espolvoreado. ¡A aliñar! Aceite de oliva, vinagre y un puntito de sal. ¡No hay más secretos! La ensalada de pasta es otra de las recetas ideales para llevar a la playa, cocina sencilla y que en apenas unos minutos está hecha para llevar en un envase cerrado y degustar fresca. Recomendable llevar una neverita portátil o un recipiente de los que mantiene un poco la temperatura para tomarla fría.

8. Tortilla de patatas
Junto al mar saben mucho mejor, ¿quién no tiene al clásico bocadillo de tortilla de patatas entre sus platos de comida favoritos para llevar a la playa o a la piscina? No hay muchos secretos y lo cierto es que se prepara según los gustos del consumidor, con o sin cebolla, muy hecho o jugosa. ¿Ingredientes? Huevos, patatas –que se pueden cocer o freír, añadiendo más o menos calorías al plato–, aceite de oliva y un puntito de sal. ¡Buen provecho!
