Valencia, como ciudad, es un destino imprescindible que lo tiene todo para conquistar -una y otra vez- a quien la visita. Lo mejor es que su encanto se extiende por toda la provincia y alcanza a localidades en las que muchas veces cometemos el error de no detenernos. Estos pueblos bonitos de Valencia merecen, como tantos otros, que nos acerquemos a ellos para descubrirlos si es que aún no lo hemos hecho.
1. Bocairent
La sierra de Mariola y los ríos Clariano y Vinalopó forman parte del atractivo natural de Bocairent, uno de los pueblos bonitos de Valencia que no deberían faltar en tu próximo viaje a la Comunidad Valenciana. Si a su entorno natural le sumamos las cuevas artificiales conocidas como Covetes dels Moros y la belleza de su casco histórico con la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y las ermitas de Sant Joan, Mare de Déu dels Desemparats y Mare de Déu d’Agost, la recompensa de visitar Bocairent es aún mayor.
2. Sagunto
Los motivos para visitar otro de los pueblos bonitos de Valencia como Sagunto también se acumulan: el teatro romano, el castillo, el puerto, la Casa dels Berenguer, la Iglesia de Santa María, la Iglesia del Salvador, el Portal de la Judería… Definitivamente, Sagunto merece una visita pausada.
3. Xàtiva
El casco histórico de Xàtiva (Játiva), reconocido en 1982 como Conjunto Histórico-Artístico, concentra muchos puntos de interés por los que vale la pena pasar: el castillo, la muralla, su colegiata (Seu), iglesias como las de San Pedro y de San Félix, conventos como los de San Francisco y Santo Domingo, las ermitas de Santa Ana y San José…
4. Ontinyent
En nuestro recorrido por la provincia de Valencia tampoco deberíamos dejar pasar la oportunidad de visitar Ontinyent (Onteniente) y su peculiar enclave amurallado, su Plaza Mayor, la Iglesia Arciprestal de Santa María, el Palau de la Vila, sus ermitas y sus puentes.
5. Chulilla
A unos 60 kilómetros de la capital valenciana se encuentra otro de los pueblos bonitos de Valencia que no deberían faltar en tu lista. Se trata de Chulilla, una localidad que también cuenta con un interesante casco histórico y una peculiar ubicación en las alturas que permitiría a Chulilla, si quisiera, mirar a los demás por encima del hombro.
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