El pollo y el limón forman, sin duda, un tándem de éxito en la cocina de cualquier hogar y condición: de grandes familias, de solteros, de expertos cocinillas e, incluso, de los que no se atreven a dar el salto mortal desde la pasta hervida y la carne o el pescado a la plancha.

Si hablamos de “la receta” del pollo al limón, seguramente encontraremos decenas de versiones que incluyen al pollo como base y al limón como perfecto aliño principal. De hecho una de las más famosas formas de preparar el pollo al limón es la que se sirve en los restaurantes chinos, junto con otros platos estrella de su gastronomía como el arroz tres delicias. En esa versión se emplean sólo las pechugas del pollo, previamente rebozadas en harina de maíz, huevo y pan rallado para luego freírlas en abundante aceite.
Mientras se deja que el pollo suelte el excedente de aceite sobre un papel absorbente, preparamos una ligera salsa a base de zumo de limón, una cucharadita de maicena (harina de arroz) y un poquito de azúcar hasta que reduzca y espese. Será el acompañamiento perfecto para las crujientes y doradas pechugas que hemos frito previamente.

Si prefieres preparar el pollo al horno, otra receta sencillísima de cómo hacer pollo al limón es dejarlo entero, vaciado y limpio por dentro. Después de pasarlo por el agua del grifo para acabar de limpiarlo bien en el interior y exterior y secarlo con papel de cocina, lo colocamos sobre una bandeja de horno, previamente engrasada con un chorro de aceite de oliva, que puede estar cubierta además de finas láminas de patata y cebolla, cortada en rodajas, que servirán de delicioso acompañamiento para el pollo asado. A continuación, salpimentamos el pollo en su interior y por la parte exterior para sazonarlo bien.

Ahora es el turno del aliño de nuestra receta. Estará compuesto por varios dientes de ajo pelados, medio vaso de vino blanco, aceite de oliva virgen, el zumo de dos limones, tomillo, orégano o cualquier otra especia al gusto. Para ligar bien los aromas y matices de este sazonador natural, podemos triturarlo con la batidora y pincelar con esa untuosa mezcla el exterior e interior del pollo.
Ya sólo queda introducir nuestra bandeja en el horno, que habremos precalentado durante unos 10 minutos, aproximadamente, a una temperatura de 190 grados. El tiempo de asado dependerá del horno que empleemos y, sobre todo, del tamaño del pollo que hayamos elegido para esta receta. No obstante, deberás tenerlo entre 45 y 60 minutos con calor por arriba y por abajo. Si quieres conseguir un delicioso efecto crujiente y dorado de la piel, puedes seleccionar el modo gratinado en los últimos minutos de cocinado.

Para terminar nuestro post sobre cómo hacer pollo al limón, os contamos además una tercera alternativa, aún mas sencilla, de prepararlo entero y al horno. En esta ocasión, colocaremos el pollo sin guarnición en una bandeja de horno, previamente lavado y secado. Lo salpimentaremos y pincelaremos con aceite de oliva en toda su superficie. Para el interior del pollo, reservaremos una pastilla de caldo de carne y un limón cortado en cuartos. A medida que el pollo vaya horneándose, iremos regándolo con el propio jugo que salga de su interior y lo iremos volteando para lograr que se dore de manera uniforme.
El último paso, que remata cualquiera de estas tres propuestas para cocinar pollo al limón, es un apetito a la altura de un plato tan rico y sencillo de preparar. ¡A disfrutar y… “bon appétit” para los afortunados comensales!