Puede que nos hayamos venido demasiado arriba con el título del artículo porque es difícil superar la habilidad para la cocina de nuestras abuelas y nuestras madres. Pero, sin ánimo de competir, sí podemos mejorar en nuestras elaboraciones en la cocina y, al menos, acercarnos a su maestría. En esta ocasión os damos algunos trucos para hacer bechamel mejor que tu abuela… o casi como ella:
1. La leche, mejor del tiempo
Muchas veces utilizamos leche fría para hacer la bechamel y eso facilita que después se formen los temidos grumos que no queremos en nuestra elaboración. Así que el primer truco para hacer bechamel empieza con un buen uso de las materias primas: usa leche del tiempo o incluso caliéntala un poco para que no se produzcan cambios bruscos de temperatura que provoquen grumos.

2. No remuevas con una cuchara de palo
Sabemos que el éxito de una buena bechamel sin grumos también pasa por ir removiendo constantemente, pero lo que quizá no sepas es que preferible utilizar una varilla para remover en lugar de una cuchara de palo y así disolver mejor los grumos que se puedan ir formando.

3. La mantequilla tiene que deshacerse antes de añadir la harina
Derrite la mantequilla a fuego medio antes de añadir la harina para que ésta no se tueste. Puedes echar un poco de aceite a la mantequilla para que no se queme.

4. Tamiza la harina
Tamizar la harina, es decir, pasarla por un colador, es algo que no siempre hacemos cuando preparamos la bechamel pero, si lo hacemos, aumentaremos nuestras posibilidades de conseguir una bechamel sin grumos. Puede que tu abuela no lo hiciera y aun así le saliera una bechamel perfecta, pero es mejor que nosotros hagamos todo cuanto esté en nuestra mano para conseguirlo.

5. Añade nuez moscada o pimienta negra
Es muy probable que la bechamel de nuestras abuelas no tuviera nuez moscada ni pimienta negra. Tan probable como que se enfadarían -a su manera, con gracia, porque es difícil que una abuela se enfade con sus nietos o nietas- si nos viesen añadiendo ingredientes que ellas no utilizaban. Pero si nos proponemos mejorar su receta para hacer bechamel, tendremos que dar un toque diferente, ¿no? Eso sí, todo es cuestión de gustos y si no quieres añadir nuez moscada o pimienta negra a la bechamel, tampoco es mala solución calcar la elaboración de nuestras abuelas…
