Cada año, entre finales de agosto y principios de septiembre, hay dos grandes vueltas. Una, la Vuelta a España; la otra, una que también se hace cuesta arriba: la vuelta a la rutina. La primera, la Vuelta Ciclista a España, es por supuesto mucho más dura que la segunda y completarla solo está al alcance de unos pocos. En cambio, volver a la rutina de nuestras obligaciones (el trabajo, la búsqueda de empleo, las tareas del hogar, los estudios…) es algo que nos afecta a casi todos.
Conviene estar preparados para que volver a la rutina no se convierta en un duro puerto de primera categoría. Y una buena forma de conseguirlo es seguir estos consejos…
1. Preparar una escapada para las primeras semanas
Pensar que hasta dentro de prácticamente un año no vamos a tener vacaciones es una mochila mental con la que no debemos cargar. Entre otras cosas porque no tiene por qué ser necesariamente así. Es verdad que seguramente hasta el siguiente verano no vayamos a tener unas vacaciones tan largas como las que quizá acabamos de tener, pero también lo es que antes tendremos fines de semana, festivos y días libres para hacer algún viaje. Nuestro consejo es que prepares una escapada de fin de semana para las primeras semanas de septiembre y evitar así esos pensamientos negativos.

2. Volver de vacaciones unos días antes
Por supuesto, es totalmente respetable aprovechar hasta el último momento tus vacaciones, pero es especialmente recomendable que adelantemos nuestra vuelta a casa al menos dos o tres días antes de empezar a trabajar. Así, además de preparar las cosas con tranquilidad, reduciremos el impacto emocional de tener que incorporarnos de golpe al trabajo.

3. Retomar nuestros hábitos antes de volver a la rutina
Sabemos que no apetece, pero es importante empezar a retomar hábitos propios de nuestra rutina antes del final de nuestras vacaciones. Eso implica ir adaptando nuestros horarios de sueño y de comidas a medida que se acerque el temido momento de la vuelta a nuestras obligaciones.

4. Hacer ejercicio
Practicar ejercicio con regularidad, siempre en la medida de nuestro estado físico, es siempre una importante ayuda emocional. Y es probable que en esta época necesitemos esa ayuda más que en ningún otro momento del año.

5. Buscar motivaciones para el nuevo curso
En el fondo, muchas veces es peor pensar y agobiarnos por tener que volver a la rutina que después hacerlo. Y si, por la razón que sea, no es así en tu caso, el consejo de buscar motivaciones e ilusiones tiene aún más relevancia. Antes de la vuelta a tus obligaciones, piensa qué cosas te pueden ayudar especialmente durante el nuevo curso: ver más a tus amigos, practicar deporte, viajar, apuntarte a alguna actividad que te guste… ¡Seguro que hay varias cosas que te ilusionan!
