El año pasado vivimos la primavera tan envueltos en la crisis generada por el coronavirus que casi nos olvidamos de las alergias. Pero ahora que llegan los días de abril, las altas temperaturas y las lluvias esporádicas; es momento de aprender a diferenciar la COVID-19 de las alergias.
Las diferentes alergias afectan a una gran mayoría de personas, y reducen su calidad de vida, especialmente en algunos momentos determinados del año y ciertas zonas de nuestro país. Por ejemplo, se estima que 1 de cada 5 españoles tiene alergia al polen, algo preocupante en estos meses.

Síntomas de la alergia
Nuestro cuerpo está en constante conexión con el exterior, pero en este caso se trata de una reacción desmesurada ante una sustancia específica. Para el resto de las personas es inofensiva, pero para el alérgico es realmente molesta. Los síntomas más comunes para las alergias ambientales son:
- Picor de nariz
- Congestión nasal
- Picor y enrojecimiento de los ojos
- Secreción mucosa transparente y acuosa
- Lagrimeo constante
- Estornudos
Existen casos más graves, o pacientes con patologías previas, que pueden derivar en asma bronquial, con los siguientes síntomas:
- Sibilancias en el pecho
- Tos seca
- Dificultad al respirar

Síntomas de la COVID-19
Se trata de una infección respiratoria, por lo que normalmente presenta problemas como disnea (falta de aire) y cuadros de fiebre. Pero también existen otros síntomas menos comunes o que se dan con menor fuerza, y son los siguientes:
- Síntomas principales: Tos seca, fiebre y dificultad al respirar.
- Síntomas secundarios: Náuseas o vómitos, tos productiva, pérdida del gusto y del olfato, fatiga y dolor muscular, confusión, dolor de oído, dolor en la garganta, presión en el pecho y diarrea.
Diferencias entre la alergia y la COVID-19
Hemos visto que puede haber puntos en común en los síntomas que presentan estas dos afecciones, especialmente cuando se trata de una alergia agravada con asma bronquial. Aun así, es importante conocer qué las separa y podamos explicar al médico nuestro caso con mayor facilidad.
- Los síntomas de la COVID-10 suelen durar entre 7 y 25 días, con cambios en su gravedad y diferentes alteraciones. La alergia es más inconstante, y se sufren brotes que se van y reaparecen en cuestión de horas.
- La COVID-19 muestra dolores por todo el cuerpo de forma generalizada (dolor muscular, fiebre, presión en el pecho…) mientras que las alergias son más focalizadas en los órganos más expuestos: nariz, ojos y garganta.
- La alergia provoca picores en estas zonas, además de estornudos y cosquilleos en la garganta. Las infecciones respiratorias causadas por la COVID-19 no muestras estos síntomas tan claramente.
- A pesar de que en ambos casos encontramos congestión nasal, la mucosidad acuosa y transparente es más común en las alergias; ya que el coronavirus provoca rinorrea mucosa.
- Se ha remarcado mucho la alteración del sentido del olfato y del gusto en casos de coronavirus, algo que no se experimenta cuando tienes cualquier tipo de alergia.
- La tos, cuando es síntoma de la COVID, es seca y puede llegar a agravarse. En el asma y las alergias, solemos encontrar tos productiva con mayor frecuencia.
- La fiebre, el dolor de cabeza y el malestar general son característicos de la COVID-19, ya que solo aparecen en casos graves de alergia al polen (pero con otras alergias).
- La dificultad para respirar suele venir acompañada de sibilancias cuando tratamos alergias, mientras que prácticamente no se han encontrado casos al tratar la COVID-19 con disnea.
Ahora que ya conoces esta diferenciación de síntomas, es importante que te protejas igualmente de ambos problemas. Además de la mascarilla, si eres alérgico te recomendamos salir con gafas de sol y sombrero para evitar el contacto con el polen.