Es difícil, pero vamos a imaginar que estamos haciendo un viaje de placer a un destino al que llevamos tiempo deseando ir y que no vamos a hacer fotografías que nos sirvan de recuerdo. Puede que hasta te entre angustia sólo con pensarlo. Ese sería un extremo.
El otro extremo sería no parar de hacer fotografías casi a cada paso que damos en un viaje hasta el punto de no detenernos a contemplar el paisaje o el monumento que tenemos delante. Simplemente, lo que haríamos sería ver la realidad a través del objetivo de la cámara.
Si tuvieses que elegir entre estas dos situaciones, ¿cuál elegirías? Está claro que, como en tantos otros casos, la virtud está en un término medio y como realmente disfrutaríamos del viaje sería dedicar un tiempo a fotografiar lo que queremos y otro rato a saborear el momento sin distracciones de ningún tipo (y eso incluye nuestro teléfono móvil).
Un estudio de la Universidad de Texas (Estados Unidos) indica que hacer fotografías en un viaje con nuestra cámara de fotos o nuestro teléfono móvil aumenta en un 40% las posibilidades de tener un buen recuerdo de las vacaciones en relación a no sacar fotos.
Y no sólo eso, sino que compartir las fotografías y vídeos que hacemos en los viajes en nuestros perfiles en las redes sociales hace que el recuerdo emocional de nuestros viajes también mejore. Sobre todo para los usuarios de Instagram, que tienen un 24% más de probabilidades de recordar cómo se sintieron durante ese viaje que quienes optaron por publicar fotos o vídeos de su viaje en su cuenta de Facebook.
Si tenemos en cuenta los resultados del estudio, está claro que hacer fotografías en nuestro viaje y compartirlas en las redes sociales hará que nuestra experiencia y nuestro recuerdo emocional sobre el viaje sean mejores. Pero, más allá de las conclusiones del estudio basado en encuestas realizadas a más de 700 personas de 6 países distintos (España es uno de ellos) sobre sus viajes en 2016, la respuesta a la pregunta si se disfruta más de un viaje con o sin cámara de fotos (y Smartphone) depende de las preferencias de cada uno.
El problema viene cuando alguien prefiere no pararse a hacer fotos en un sitio para disfrutar del momento y así poder ver más cosas y viaja con alguien que se para a cada paso para fotografiar lo que ve y ralentiza la marcha. Y eso sí que no es tan difícil de imaginar…
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Los precios de los productos fueron consultados en la fecha de publicación de este artículo, 20/10/2017, y podrían variar.